Milagrosas figuras de madera protagonizan un carnaval en el sur de México

Atlatlahucan (México) â€”  Las milagrosas figuras de madera apodadas Chepe y Xóchitl, que simulan un hombre y una mujer con rasgos indígenas, protagonizan el Carnaval de Atlatlahucan, en el sureño estado mexicano de Morelos, durante el cual los habitantes del municipio piden fertilidad para el campo y las mujeres.

El carnaval de esta población de 25.000 habitantes se realiza cada febrero con un baile por sus calles protagonizado por los vecinos del pueblo junto a las figuras de madera de colorín que, según la tradición, salen a la luz tras un año resguardadas para cumplir algunos favores.

Chepe y Xóchitl son adorados con fervor y amor por los habitantes del pueblo, que los consideran santos realizadores de milagros, aunque no han sido reconocidos por la Iglesia Católica.

Existe una lista de espera hasta el año 2031 de vecinos que quieren ser nombrados “mayordomos� para vestir con ropa nueva y cuidar en su casa durante el año a las figuras, que tienen prohibido salir a la calle hasta que llega el carnaval.

Su veneración llega a tal punto que les mandan regalos desde el resto de México e incluso fuera del país para que se cumplan algunos deseos.

“Calculamos que tienen 150 años y los consideramos una deidad�, contó a Efe el cronista comunitario Luis Alberto Gordillo, y explicó que la tradición de sacar los muñecos a la calle evoca cuando en la época prehispánica los bebés eran presentados ante los dioses y la sociedad.

Precisamente, uno de los deseos más solicitados a Chepe y Xóchitl es el de la fecundidad, y muchos aseguran que se cumple.

“Los que no pueden tener bebés se lo piden y sí se cumple. Yo estoy pidiendo otros nietos para mis dos hijas�, contó la vecina María del Carmen Benítez con una figura entre las manos.

Atlatlahucan es de las pocas poblaciones de Morelos donde el carnaval no se celebra mediante el conocido Brinco del Chinelo, una comparsa popular protagonizada por huehuenchis, personas vestidas con ropajes que simulan, en forma de burla, a los colonos españoles.

En este pueblo, la comparsa está formada por Nanais y Tatais, personas vestidas de gente mayor que pasean y bailan con las figuras de Chepe y Xóchitl, y unos 150 niños que se unen a los festejos.

Acto seguido, los hombres del pueblo recorren la plaza principal de Atlatlahucan en busca de parejas y realizan un ritual de limpieza espiritual en que se piden fertilidad para la agricultura y también para las mujeres.

“¡Es milagroso!�, exclamó María Félix Cacho, una de las “mayordomos� que durante este año ha cuidado en su casa a Chepe, a quien le pidió que le de “más vida y no enferme� porque ya está “viejita�.

“Yo lo quiero a éste. No quiero que se vaya de acá porque se tendrá que ir a otro lugar pero yo no quiero�, dijo a pocas horas de que la milagrosa figura vuelva a resguardarse hasta el año que viene.