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Corte impide a Bolsonaro participar en elecciones hasta 2030

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro se toma fotografías con partidarios a su llegada al aeropuerto de Río de Janeiro, Brasil, el jueves 29 de junio de 2023.
(Thomas Santos / Associated Press)
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El expresidente brasileño Jair Bolsonaro no podrá volver a postularse a un cargo público hasta 2030, luego de que un panel de jueces determinó que abusó de su poder y propagó dudas infundadas sobre el sistema de votación electrónica del país.

El fallo trastoca el futuro político del político derechista de 68 años y probablemente lo deja sin oportunidades de recuperar el poder.

Cinco jueces del máximo tribunal electoral de la nación concordaron en que Bolsonaro utilizó canales de comunicación del gobierno para promocionar su campaña y sembró desconfianza en los comicios. Dos jueces votaron en contra.

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“Esta decisión acabará con las posibilidades de Bolsonaro de volver a ser presidente, y él lo sabe”, comentó Carlos Melo, profesor de ciencias políticas en la Universidad Insper de Sao Paulo. “Después de esto, tratará de no pisar la cárcel, elegirá a algunos de sus aliados para mantener su capital político, pero es muy poco probable que regrese a la presidencia algún día”.

El caso se centró en una reunión del 18 de julio de 2022 en la que Bolsonaro usó a personal del gobierno, el canal de televisión estatal y el palacio presidencial de Brasilia para decirles a embajadores extranjeros que el sistema de votación electrónica del país estaba amañado.

En su voto decisivo con el que se alcanzó la mayoría, la jueza Carmen Lucía —que también es magistrada del Supremo Tribunal Federal— dijo que “los hechos son incontrovertibles”.

“La reunión sí se llevó a cabo. Fue convocada por el entonces presidente. Su contenido está disponible. Fue examinado por todos, y nunca hubo una negación de que sucedió”, manifestó.

Alexandre de Moraes, también juez del STF, dijo que la decisión representa un rechazo al “populismo renacido de las llamas del discurso malicioso y antidemocrático que promueve la desinformación atroz”.

En declaraciones a los periodistas en Minas Gerais, Bolsonaro dijo que el juicio era injusto y tenía motivaciones políticas.

“Vamos a hablar con los abogados. La vida sigue”, respondió cuando le preguntaron cuál será su próximo paso. Calificó el fallo como un ataque a la democracia brasileña. “Es un momento bastante difícil”.

Melo consideró que es “muy poco probable” que se revoque la decisión, la cual deja fuera a Bolsonaro de las elecciones municipales de 2024 y 2028, así como de las generales de 2026. El expresidente también enfrenta otros problemas jurídicos, entre ellos investigaciones penales. Si en el futuro se le declara culpable penalmente, ello podría extender su inelegibilidad electoral durante años e incluso enviarlo a prisión.

El expresidente Fernando Collor de Mello y el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva fueron declarados inelegibles en el pasado, pero el caso de Bolsonaro representa la primera vez que un mandatario es suspendido por infracciones de tipo electoral en lugar de un delito penal. La ley brasileña prohíbe que los candidatos sentenciados por delitos penales se postulen a un cargo.

El Supremo Tribunal Federal restableció la elegibilidad de Lula luego de fallos de que el entonces juez y ahora senador Sergio Moro fue parcial cuando sentenció al líder izquierdista a casi 10 años de cárcel por corrupción y lavado de dinero.

María Maris, una ingeniera de 58 años en Río de Janeiro, celebró el fallo, aunque dijo sospechar que podría haber sido motivado políticamente.

“Mi temor es que Bolsonaro apele y se postule en las próximas elecciones presidenciales, a pesar de que hoy se le hizo inelegible”, declaró Maris.

Bolsonaro ejerce un papel ceremonial de liderazgo en el Partido Liberal y ha viajado por Brasil criticando a Lula, que ganó los comicios de octubre pasado con el margen de diferencia más estrecho en más de tres décadas.

Miles de simpatizantes de Bolsonaro invadieron edificios gubernamentales el 8 de enero —una semana después de que Lula asumió el poder_, en un intento de derrocar al presidente izquierdista. El rápido encarcelamiento y procesamiento judicial de cientos de personas que participaron tuvo un efecto inhibidor en su rechazo a los resultados electorales. La policía federal está investigando el papel de Bolsonaro en incitar el alzamiento. Bolsonaro ha negado haber cometido delito alguno.

Gleisi Hoffmann, presidenta del Partido de los Trabajadores —al que pertenece Lula_, dijo en sus cuentas de redes sociales que la inelegibilidad de Bolsonaro ofrece una lección.

“La extrema derecha necesita saber que la lucha política se lleva a cabo dentro del proceso democrático, y no con violencia y amenazando con cometer un golpe de Estado”, señaló. Bolsonaro “estará fuera del juego porque no respeta las reglas. No sólo él; toda su pandilla de golpistas tiene que seguir el mismo camino”.

El juicio ha reanimado a la base de seguidores de Bolsonaro en línea. Sus partidarios alegan que es víctima de un sistema judicial injusto, y comparan su destino con el del expresidente estadounidense Donald Trump, según Marie Santini, coordinadora de NetLab, un grupo de investigación en la Universidad Federal de Río de Janeiro que monitorea redes sociales.

Sin embargo, esa participación de simpatizantes palidece en comparación con los niveles vistos antes de los polarizados comicios del año pasado.

El rostro de Katia Caminha, una jubilada de 67 años en el vecindario Copacabana de Río de Janeiro, se ensombreció al escuchar la noticia de que una mayoría de jueces había votado en contra de Bolsonaro. Le dijo a The Associated Press que ella piensa que todo el juicio había sido una “payasada”.

“Todo lo que tiene que ver con el tribunal electoral está parcializado y en contra” de Bolsonaro. “Esta es una noticia terrible para Brasil”, aseveró Caminha.

Esta semana, los simpatizantes del exmandatario siguieron respaldándolo con contribuciones para ayudarlo a pagar 1,1 millones de reales (unos 230.000 dólares) en multas impuestas por el gobierno del estado de Sao Paulo, relacionadas con las repetidas infracciones de Bolsonaro a los protocolos de salud durante la pandemia de COVID-19.

Aunque Bolsonaro aspira a ser una persona de gran influencia en la derecha, y el respaldo que otorgue a posibles candidatos conllevará un peso significativo, su decisión de irse a Florida durante varios meses al principio del periodo de Lula lo debilitó, dijo Thomas Traumann, analista político. Eso se refleja en la indignación limitada de los derechistas en redes sociales durante todo el juicio sobre su elegibilidad, y la falta de protestas.

“No habrá un movimiento masivo, porque él disminuyó de tamaño. El hecho de que se fuera a Florida y no encabezara a la oposición provocó que él disminuyera de tamaño”, declaró Traumann. “Es evidente que el líder de la oposición no es Bolsonaro”.

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Jeantet reportó desde Río de Janeiro. La periodista de The Associated Press Carla Bridi contribuyó a este despacho.

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