COVID-19: Hay 4 posibilidades de su origen, pero una es la más factible
GINEBRA — Un equipo de científicos internacionales y chinos que investigó el origen del coronavirus en China hace un año dice que hay cuatro posibilidades, pero que una es mucho más factible que las demás.
El grupo se apresta a publicar, tal vez la semana que viene, las conclusiones a las que arribó tras meses de idas y venidas y de choques sobre todo entre Estados Unidos y China acerca de cómo se produjo el brote, que ha causado la muerte de 2,7 millones de personas en todo el mundo y descarrilado las economías.
No está claro cuándo se publicará el informe, que iba a salir a la luz este mes pero fue demorado. Distintas fuentes coinciden en que ofrecerá pocas respuestas concretas y que podría generar nuevos interrogantes.
Pero será el primer documento escrito por diez epidemiólogos internacionales, con aportes de expertos en estadísticas, veterinarios, laboratorios y nutricionistas que visitaron China y la ciudad de Wuhan, donde hay un mercado que se supone fue el epicentro del brote, y trabajaron con colegas chinos que fueron los que ofrecieron más información.
Hay quienes cuestionan la objetividad del equipo, formado por la Organización Mundial de la Salud, aduciendo que el gobierno chino incidió mucho en su composición.
“Espero que este informe sea apenas el primer paso en la investigación del origen del virus”, manifestó Matthew Kavanagh, director de la Iniciativa Gobierno y Políticas Sanitarias Mundiales del Instituto O’Neill de la Universidad de Georgetown. “Seguramente algunos dirán que es insuficiente. Creo que es importante tener en cuenta que la OMS tiene poderes limitados”.
El viaje a Wuhan fue presentado como la Primera Fase de un esfuerzo más amplio para determinar el origen del virus.
Vladimir Dedkov, epidemiólogo y subdirector de investigaciones en el Instituto Pasteur de San Petersburgo, Rusia, dijo que hay cuatro teorías en una maratónica conferencia de prensa ofrecida en China el mes pasado.
Ellas son, según el orden de probabilidades: Que lo trajo un murciélago a través de otro animal, que vino directamente de los murciélagos, que fue causado por alimentos congelados contaminados o que se filtró de un laboratorio, como el Instituto de Virología de Wuhan.
Las autoridades chinas promueven la tercera teoría, en tanto que el gobierno estadounidense, bajo la presidencia de Donald Trump, favoreció la cuarta, la de la filtración de un laboratorio chino. Dedkov, no obstante, dijo que esas dos teorías difícilmente sean las acertadas.
Planteó que el virus hallado en productos contaminados seguramente fue llevado por una persona. Alguien contagiado probablemente llevó el virus al mercado de Wuhan que fue el epicentro del brote.
“En términos generales, en el mercado se presentaban las condiciones para la propagación de la infección”, declaró Dedkov en una entrevista. “Por lo tanto, lo más probable es que haya habido una infección masiva de personas vinculadas con ese sitio”.
“No hay por ahora nada que indice que hubo una filtración” de un laboratorio, añadió Dedkov.
La misión estuvo rodeada de sospechas de interferencias políticas y el líder del equipo internacional, Peter Ben Embarek, de la OMS, admitió en entrevistas la semana pasada que sus integrantes pueden haberse sentido “presionados”. También el chino Liang dijo en una entrevista con un diario chino que hubo presiones políticas.
Numerosas demoras y trabas burocráticas alimentaron las especulaciones de que los científicos estaban siendo manipulados por los políticos.
La cúpula de la OMS, incluido su director general Tedros Adhanom Ghebreyesus, elogiaron la respuesta inicial del gobierno chino, a pesar de que la Associated Press consiguió grabaciones de charlas privadas que revelan que los funcionarios de la OMS estaban frustrados con la escasa cooperación china.
El equipo internacional dependió de la información estadística reunida por los científicos chinos. Dedkov dijo que la visita a Wuhan fue un “viaje analítico, más que nada para realizar un análisis restrospectivo en el sentido de que solo estudiamos los hechos conseguidos antes”.
“Nosotros no recogimos muestras ni hicimos ningún estudio de laboratorio allí. Solo analizamos lo que nos mostraban”, afirmó. Acotó que si no se recabó alguna información relevante, no fue porque los chinos quisiesen ocultar algo.
La visita del equipo fue algo delicado para China, a la que le preocupan las denuncias de que no manejó bien el brote. Poco después del inicio del brote, el gobierno chino detuvo a algunos médicos que querían generar alarma.
El informe, que según Ben Embarek tiene unas 280 páginas, hará recomendaciones y determinará los próximos pasos, incluidas posibles nuevas visitas a China. El objetivo es encontrar pistas que permitan prevenir una pandemia en el futuro.
Kavanagh dijo que no vio el informe, pero que le despierta suspicacias.
“A partir de lo que he escuchado hasta ahora, el informe le dará cierta legitimidad a la idea de que hubo una relación entre la cría de animales y el COVID-19, sin ofrecer evidencias claras de cómo pasó de los animales a los humanos”, declaró.
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