Por qué los científicos creen que hablar de una ‘segunda ola’ de casos de COVID-19 es prematuro
El aumento de los casos de COVID-19 ha estimulado la charla de una “segunda ola” de infecciones de coronavirus. Los expertos dicen que ese es el término equivocado para describir lo que está sucediendo.
Alrededor de 120.000 estadounidenses murieron por COVID-19, y los recuentos diarios de nuevos casos en EE.UU son los más altos en más de un mes, debido a los recientes incrementos en el sur y el suroeste del país.
La alarmante tendencia despertó conversaciones acerca de una posible “segunda ola” de infecciones por coronavirus en EE.UU. No obstante, los expertos en salud coinciden en que esa es probablemente una manera incorrecta de describir lo que está sucediendo.
“Cuando hay más de 20.000 infecciones por día, ¿cómo se puede hablar de una segunda ola?”, expuso el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. “Estamos en la primera ola. Salgamos de la primera antes de tener una segunda”.
En abril se registró claramente un pico de infección inicial, cuando los casos explotaron en la ciudad de Nueva York. Después de que las escuelas y empresas cerraron en todo el país, la tasa de nuevos contagios disminuyó un poco. Pero “es más bien una meseta”, no la depresión luego de una ola, explicó Caitlin Rivers, investigadora de enfermedades del Centro para la Seguridad de la Salud de la Universidad Johns Hopkins.
Los científicos generalmente coinciden en que el país todavía está en su primera ola de infecciones por coronavirus, aunque esta se está hundiendo en algunas zonas mientras aumenta en otras.
“Este virus se está propagando por Estados Unidos y afecta diferentes lugares con distinta intensidad, en momentos desiguales”, indicó el Dr. Richard Besser, director ejecutivo de la Fundación Robert Wood Johnson, quien era director interino de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) cuando la pandemia de gripe H1N1 azotó el país, en 2009.
El Dr. Arnold Monto, experto en gripe de la Universidad de Michigan, se hizo eco de ese sentimiento. “Yo llamaría a esto una transmisión continua, con brotes”, comentó.
Las temporadas de gripe a veces presentan una segunda ola de infecciones. Pero en esos casos, la segunda ola son casos nuevos de una cepa de gripe diferente de la que afectó antes.
Ello no está ocurriendo en la epidemia de coronavirus.
Monto no cree que “segunda ola” realmente describa lo que ocurre ahora, y habla de “una cuestión semántica”.
“Las segundas olas están básicamente en el ojo del espectador”, dijo.
Pero para Besser la semántica importa, porque implicar que una primera ola ha terminado puede dar a la gente una falsa sensación de que lo peor ya pasó.
Algunos temen que se produzca un gran brote de coronavirus en los próximos otoño o invierno (boreales), después de que las escuelas reinicien sus clases, el clima se vuelva más frío y menos húmedo, y la gente esté más en espacios cerrados. Eso seguiría los patrones estacionales observados con la gripe y otros virus respiratorios. Y tal ola otoñal podría ser muy complicada, dado que no hay vacuna y la mayoría de los estadounidenses aún no tendrán inmunidad al virus.
Pero el nuevo coronavirus hasta ahora se ha propagado más episódica y esporádicamente que la gripe, y puede que no siga el mismo manual de conducta. “Es muy difícil hacer una predicción”, destacó Rivers. “No sabemos el grado en que este virus es estacional, ni siquiera si lo es”.
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