Afganistán: Policías se niegan a luchar contra talibanes

AFGANISTÁN/AP —  Policías afganos se niegan a volver a las calles de un distrito muy volátil en el sur de país, bajo ataque talibán, alegando que la ayuda prometida por el gobierno de Kabul no ha llegado, dijo un funcionario.

Por el momento, las fuerzas de seguridad están en el interior de su base en el distrito de Sangin, donde fuerzas gubernamentales llevan semanas luchando contra un intento de captura talibán, dijo Karim Atal, director del consejo provincial de Helmand.

Atal negó las informaciones que apuntaban que la policía se había retirado de la base para una operación de limpieza en Sangin, una región productora de opio, fuente de ingresos para los talibanes.

Los intentos insurgentes para tomar Sangin repuntaron la semana pasada cuando combatientes sitiaron la base, cortando la vía de suministro de tropas, munición y alimentos.

Unos días después, el ministro afgano de Defensa en funciones, Masoom Stanekzai, anunció el despliegue de fuerzas especiales y comandos. Después se produjeron varios ataques aéreos estadounidenses y se envió un pequeño contingente de tropas británicas para asesorar a las sobrecargadas tropas afganas, que lograron romper el asedio.

En una brusca réplica a las autoridades en Kabul, Atal dijo que el ejército y la policía se habían antrincherado en la base de Sangin. “Es la única forma en que pueden decir que el distrito no ha caído” ante los talibanes, afirmó.

La policía afgana ha combatido a la insurgencia en el frente y sufrido grandes bajas, ya que carecen del armamento, el equipo y las instalaciones del ejército a pesar de que hace el mismo trabajo.

En los últimos tres meses, señaló Atal, 700 policías murieron y 500 resultaron heridos en combates en los cuatro distritos de Helman. Además, las cifras exactas de bajas suelen ser difíciles de conseguir porque la policía no tiene un “sistema adecuado de gestión”, señaló.

Los ministerios de Defensa e Interior no han hecho públicas cifras totales de bajas, pero fuentes militares de la OTAN estiman que son un 28% más altas que en 2014, cuando murieron unos 5.000 efectivos.

Las tropas afganas han tenido un año difícil en el campo de batalla, afrontando por primera vez a los insurgentes por sí solos tras la retirada de las tropas internacionales de combate a final de año. Los talibanes han aprovechado para redoblar sus ataques en todo el país.