No se trataba del primer largometraje de Bustamante, quien, de hecho, habÃa obtenido ya diversos -y muy merecidos- reconocimientos por sus trabajos anteriores, “Ixcanul†(2015) -donde ponÃa la mira en el machismo ancestral de su sociedad.- y “Temblores†(2019) -que le sirvió para exponer la homofobia existente dentro de su propio paÃs-.
Pese a que no intenta reproducir de manera fiel este suceso, “Rita†se basa en una tragedia real del 2017 que tuvo lugar en una “hogar seguro†del estado y que concluyó con la muerte de más de 50 niñas, ocurrida cuando estas trataban de escaparse de un lugar en el que se cometÃan aparentemente abusos de distinta Ãndole, desde violaciones sexuales hasta tráfico de personas.
“Cuando se dio el caso de las niñas, era muy tentador poder hablar de ello, pero al mismo tiempo se trataba de un reto muy grande, porque fue una tragedia que puso a todos los guatemaltecos frente a una realidad que estamos tratando todo el tiempo de ocultar, y que es que vivimos en un paÃs donde no hay justicia y donde la impunidad reinaâ€, precisó el realizador.
“En Guatemala, el 70% de la población es maya, y la cultura maya sigue estando muy presente, pese a que solo el 41% de la poblacion se autodenomina maya por la fuerza que tiene la discriminaciónâ€, nos dijo el realizador. “Pero esa parte espiritual ha estado siempre mezclada con nuestras experiencias, y a mÃ, la mezcla me gusta. Me parece que lo espiritual abre puertas a la magia, y sin la magia, la vida es más aburridaâ€.
Tal y como sucedÃa con “La Lloronaâ€, al ver “Ritaâ€, se siente una clara influencia de Guillermo del Toro en relación al modo en que el aclamado cineasta mexicano usa el cine fantástico para hablar de problemáticas sociales vinculadas a los abusos de poder en la vida real, aunque Bustamante se ubica en los tiempos actuales y “Ritaâ€, en particular, muestra una mirada colectiva de sus menores de edad que, por ejemplo, estaba ausente en “El laberinto del fauno†(2006), que podrÃa ser la referencia más obvia.
En el rodaje de “Rita†participaron cerca de 300 muchachitas entre los 9 y los 18 años, lo que representó sin duda un gran reto para Bustamante, quien solo habÃa trabajado con dos o tres infantes -y como personajes secundarios- en “Tembloresâ€.
“Tuvieron que ser tantas porque estábamos a finales de la pandemia, y todavÃa tenÃamos que hacer ‘burbujas’ por si uno de los grupos se contagiaba del virusâ€, precisó el cineasta. “Se enfermaron muchas, claro; pero estábamos súper preparados, porque tenÃamos mucho miedo a trabajar con adolescentesâ€.
“Fue un trabajo gigantesco, pero a mà se me habÃa olvidado que, en esas edades, uno se dedica a aprender, sin tener el ego del adulto que cree que ya lo sabe todoâ€, reflexionó Bustamante. “Por lo tanto, tenÃamos a nuestro lado a seres que solo estaban pidiendo que les enseñáramos y que estaban aprendiendo a una velocidad impresionante. No hubo problemas de rebeldÃa ni nada de esoâ€.
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Cuesta arriba
En conclusión, estamos ante un trabajo que, en medio de su evidente pertenencia al mundo del entretenimiento, busca denunciar un flagrante -y reciente- abuso del poder y rendir de paso tributo a unas pequeñas mujeres de enorme valor que fueron condenadas por la sociedad de antemano.
“La idea parece utópica, pero realmente, hicimos la pelÃcula para expandir la voz de estas chicas, para lanzar un grito de búsqueda de justiciaâ€, nos dijo Bustamante. “Mientras más lejos lleguemos con ella, y mientras más público la vea, más cerca estaremos de elloâ€.
“No tenemos un centavoâ€, aseguró de plano el cineasta, que intentó meterse anteriormente en la competencia con sus obras “Ixcanul†y “La Lloronaâ€. “Ya hice dos carreras para los Óscares sin un centavo, y el desgaste es enorme. Vamos a hacer lo que podamos, pero ya no tengo la sed por un premio que tenÃa antes. Lo que quiero realmente es que esto se veaâ€.