¿Hacia un verano sin taquillazos en los cines por el coronavirus?
Tras una primavera sin cine por el coronavirus, el verano no pinta mucho mejor. Los estudios siguen retrasando estrenos y solo algunos se aventuran con películas en agosto, algo que dejaría a Hollywood sin los lucrativos meses estivales en los que suele concentrar la mayor parte de sus superproducciones.
Este verano no tenía un hito en el horizonte como “Avengers: Endgame” (2019), que el año pasado se convirtió en la cinta más taquillera de la historia sin tener en cuenta la inflación.
Pero, a priori, no faltaban sólidas bazas con mucha probabilidad de arrasar como “F9” (Fast & Furious), “Wonder Woman 1984”, “Top Gun: Maverick” o “Black Widow”, algo que, sin embargo, queda entre interrogantes por la pandemia del coronavirus, que ya deja 1,2 millones de infectados y más de 67.000 muertos en todo el mundo.
Era inevitable que la expansión del coronavirus afectara a las salas de cine de los Estados Unidos, pero hasta hace solo unos días, nadie en su sano juicio podía imaginar que terminaría por suceder en este país lo que pasó hace solo dos meses en China, es decir, que prácticamente todos los recintos de exhibición fílmica cerraran sus puertas hasta nuevo aviso, como está ocurriendo ahora.
Para muchos, el verano es sinónimo de vacaciones, playa, sol y descanso. Pero para la industria del cine, estos son meses de “blockbuster”, importantes estrenos y mucho dinero en juego. Tradicionalmente, la temporada veraniega en los cines se encuadra en Estados Unidos y Canadá (apartado “doméstico”, en la jerga del sector) entre el primer fin de semana de mayo y el primero de septiembre.
En esos cuatro meses se suele recaudar en torno al 40 % de la taquilla “doméstica” de todo el año, aunque puede ser más.
Según Comscore, de los 11.400 millones de dólares de la taquilla “doméstica” de 2019, unos 4.800 se lograron solo en el periodo estival.
Aquí hay que incluir a “Avengers: Endgame”, que, como su predecesora “Avengers: Infinity War” (2018), se presentó el último fin de semana de abril. La naturaleza de estas cintas y su vocación de “blockbuster” hizo que los analistas extendieran el verano algo más de lo normal.
Cerca de 9 mil millones de dólares por boletos no vendidos se perfila en las estadísticas
Por otro lado, la taquilla mundial ha crecido en los últimos años de forma constante, según los datos de la Asociación del Cine de EE.UU. (MPAA): 39.100 millones de dólares en 2015, 39.300 millones en 2016, 40.900 millones en 2017, 41.800 millones en 2018, y 42.200 en 2019 (récord histórico).
Y aunque la parcela “doméstica” se ha comportado de forma más errática (en los últimos cinco años ha basculado entre los 11.100 millones de dólares anuales y los 11.900 millones), los efectos de un verano sin cines en EE.UU. podrían ser demoledores para el sector.
El dilema para los estudios de Hollywood es importante: ¿jugársela a un incierto panorama veraniego en los cines o asumir las pérdidas de un año para el olvido y mirar ya a 2021? Y es que para amortizar un gran proyecto (que suelen superar los 100 millones de dólares de presupuesto e incluso los 200 millones), Hollywood no solo necesita que las salas estén abiertas sino que estén funcionando a pleno rendimiento.
¿Pueden obtenerse grandes recaudaciones este verano con no todas las salas abiertas, cines con aforo limitado, distanciamiento social entre los espectadores, posibles requisitos extra como llevar mascarilla y el miedo del público a acudir a sitios con mucha gente?
Sony cree que no y por ello ha sido una de las compañías más contundentes a la hora de renunciar a este verano, de manera que “Ghostbusters: Afterlife” (10 de julio) y “Morbius” (31 de julio) se retrasaron hasta marzo de 2021. Quizá una de las más optimistas sea Warner Bros., que ha situado “Wonder Woman 1984” (5 de junio originalmente) el próximo 14 de agosto, una fecha que muchos consideran prematura.
Por cierto, el estreno de “Tenet”, la esperadísima nueva cinta de Christopher Nolan, continúa en el calendario para el 17 de julio, una situación más propia de la ciencia-ficción del cineasta británico que de cualquier análisis basado en la realidad.
También cercano a lo irreal fue el rompecabezas que tuvo que resolver Disney para acomodar todos sus estrenos al nuevo escenario de la pandemia.
Así, “Black Widow” (1 de mayo) no se verá hasta el 6 de noviembre. Y tal vez se vea como iluso el estreno el 24 de julio de “Mulan” (27 de marzo en principio), pero tiene truco: esta película pone gran parte de sus esperanzas en el mercado chino, donde la crisis del coronavirus se encuentra en una fase de remisión. Tampoco “F9” (Fast & Furious) y “Minions: The Rise of Gru” de Universal ni “Top Gun: Maverick” de Paramount se verán este verano.
Muy poca cosa queda en cuanto a candidatos a taquillazos. En junio aparece todavía “Soul” de Pixar, pero es muy probable que Disney retrasará ese estreno. En un prácticamente parado julio, además de “Mulan” y “Tenet”, figura aún una secuela de la saga “Purge”, que debería ver la luz el tempranísimo e improbable día 10; y también está la animada “The SpongeBob Movie: Sponge on the Run”, que aspira a desembarcar en la gran pantalla el día 31 tras haberse retrasado su estreno en mayo.
Todo esto deja a agosto como el principal desencuentro entre los cautos y los atrevidos en Hollywood, ya que en este mes aparecen “Wonder Woman 1984”, “Infinite” (con Mark Wahlberg), “The One and Only Ivan” de Disney o “The Hitman’s Wife’s Bodyguard” (con Ryan Reynolds y Samuel L. Jackson) como los últimos intentos para evitar un verano en blanco.
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