Ralph Lauren y Elie Tahari destilan glamur en la pasarela de Nueva York - Los Angeles Times
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Ralph Lauren y Elie Tahari destilan glamur en la pasarela de Nueva York

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EFE

El glamur del estadounidense Ralph Lauren y del israelí Elie Tahari inauguraron la Semana de la Moda de Nueva York, que celebraba hoy su primera jornada después del estreno extraoficial de anoche de Tom Ford.

Ralph Lauren se sumergió en la elegancia y el lujo con una propuesta Primavera 2019 dominada por diseños femeninos y esbeltos para los que utilizó materiales lujosos y sofisticados en negro y dorado, y en ocasiones el blanco.

El desfile tuvo como escenario una de la nueva cafetería “Ralph’s Coffee” situada en su tienda de la exclusiva Madison Avenue, decorada con clásicas mesas de mármol blanco, grandes espejos y lámparas de cristal.

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Entre los asistentes, que degustaban café, repostería y zumos, desfilaban pausadamente las modelos, vestidas con americanas, pantalones de pinza, gabardinas, fluidos vestidos plisados o grandes capas sobre los hombros, todo ello en dorado.

El negro también estuvo muy presente en toda la colección de Ralph Lauren, que decoró con elementos dorados como ribetes de chaquetas, grandes hebillas de cinturones, pequeños bolsos cruzados, zapatos y, sobre todo, voluminosos pendientes que enmarcaban el rostro de las modelos.

En cuanto a materiales, destacó la lentejuela en vestidos y tops ajustados a la cintura, seda de organza en ligeras camisas, y tul transparente que daba movimiento a pantalones holgados.

El modisto, que como de costumbre se paseó entre los asistentes al final del desfile para recibir felicitaciones, contó con algunas de las modelos más cotizadas del momento, como las estadounidenses Joan Smalls, Taylor Hill y Bella Hadid, que desfiló con un festivo vestido dorado.

Entre el público, conocidas maniquíes como Karlie Kloss, Rosie Huntington-Whiteley, y Grace Coddington, antigua modelo que en la actualidad es la directora creativa de la edición estadounidense de la revista Vogue.

Otro de los desfiles destacados fue el de Elie Tahari, que celebró hoy 45 años en la industria de la moda con un especial desfile en la ciudad que lo catapultó, Nueva York, y con una colección que destilaba el glamur y la energía de Studio 54

Había expectación por la propuesta de Tahari en los Spring Studios, sede de la “Fashion Week” neoyorquina, donde la codiciada primera fila reunió a “influencers” de las redes sociales y actrices como Laverne Cox o Bella Thorne.

La propuesta Otoño-Invierno 2019 fue sofisticada pero atrevida, aunque muy práctica: se vieron colores dorados y bronce en contraposición a morados joya, y telas con diferentes texturas y volúmenes en prendas como pantalones de pierna ancha, capas o ponchos.

Entre los diseños más llamativos hubo faldas y chaquetas de pelo con estampado de lince; abrigos, faldas y vestidos con acabados brocados; y el sensual satén se utilizó a discreción, en una falda plisada, un vestido drapeado o un pantalón de traje.

Una vez habían salido a escena las más de cuarenta propuestas del diseñador para vestir a la mujer que todos los días “navega esa jungla” que es Nueva York “con aplomo”, por fin llegó el verdadero espectáculo que muchos esperaban: la supermodelo Christie Brinkley.

La icónica maniquí, de 65 años, había sido anunciada como el broche final de la pasarela, y por primera vez desfilaba en el mismo evento que su hija Sailor, de 20 años. Ambas despertaron aplausos entre el público, aunque la madre se llevó el protagonismo.

Mientras, el modisto japonés Tadashi Shoji, conocido por vestir en la alfombra roja a una larga lista de celebridades, mostró hoy una colección que recordó a la realeza del medievo, con materiales suntuosos y colores intensos.

El terciopelo fue uno de los tejidos protagonistas, que presentó en largos vestidos rojo carmesí, azul noche, verde musgo y negro azabache, algunos con amplias mangas y otros dejando los hombros al descubierto.

También utilizó delicados estampados de motivos vegetales en plateado o dorado sobre negro en faldas tanto voluptuosas como ajustadas al cuerpo, que combinó con robustos zapatos dorados terminados en punta.

La lentejuela y el tul estuvieron presentes en un buen número de modelos, así como el degradado de colores que se ha dado a conocer en los últimos años con el término “ombré”, y que fue una de las características de sus piezas estrella en el desfile del pasado mes de septiembre de Nueva York.

El show de Tadashi Shoji destacó además por la importante presencia de modelos de talla grande, que, a diferencia de otros modistos, ha incluido decisivamente en sus diseños.

Por su parte, Noon by Noor cargó su propuesta otoño-invierno con la feminidad y el romanticismo que les caracterizan, en esta ocasión con colores muy similares a los de otros diseñadores: los básicos negro, blanco y cámel combinados entre sí o con alguna prenda en tonos amarillos y verdes propios de las piedras preciosas.

Las piezas de dos modistas árabes siguieron líneas generalmente simples: vestidos largos y fluidos con algún drapeado a la cintura o plisado en la falda; pantalones ajustados a la cadera y sueltos en la pierna, con blusa o suéter de talla ancha; y para el frío, abrigos estructurados.

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