Mario Domm perdió la voz ante la tragedia de México en el concierto especial de los Latin Grammys

Los Ángeles —  El martes pasado, un día antes del elegido para el esperado anuncio de los nominados a la edición 2017 de los Latin Grammys, la Academia Latina de la Grabación anunció que posponía el evento como muestra de respeto hacia los distintos sectores de la comunidad latina que se han visto afectados por los recientes desastres naturales ocurridos en los Estados Unidos, Puerto Rico y, por supuesto, México.

Pero la institución decidió mantener en pie una actividad de perfil mucho más bajo que iba a realizarse durante la noche de la misma jornada, y que iba a ser supuestamente una presentación acústica y privada en el Novo de LA Live con la participación del dúo mexicano Camila, el cantautor peruano Gian Marco, la rapera mexicoamericana Becky G y el vocalista español Melendi.

Evidentemente, lo que más esperaban los asistentes en un lugar como el Sur de California era el acto de Camila, que además de ser un grupo de origen azteca, era el único realmente conocido de la velada; lamentablemente para ellos, esto no se produjo, ya que su set entero fue cancelado decido al mal estado de la voz de uno de sus integrantes, Mario Domm, producido supuestamente tras el ‘shock’ sufrido por el nativo de Torreón al enterarse del grave terremoto en su país apenas arribó a esta ciudad. Y esto eliminó también el segmento de Becky G, quien iba a acompañar a Camila durante la interpretación del tema “Abrázame”.

Así lo anunció inicialmente en el escenario Gabriel Abaroa Jr., el presidente de la Academia, y así lo corroboró poco después Domm, quien a pesar de no estar completamente afónico, apareció en la tarima al lado de su compañero Pablo Hurtado y de todos los intérpretes invitados (incluyendo a Becky G) para demostrar con sus carraspeos y una fuerte ronquera su incapacidad para entonar y, además, para dar unas claras muestras de dolor emocional que se tradujeron en el quiebre de su voz al hablar y en algunas escenas de llanto que provocaron suspiros en la platea.

“Esta es la segunda vez que cancelo un concierto en mi vida”, dijo el vocalista, pianista y compositor, visiblemente conmovido. “A todos nos une lo que está pasando en México; yo viví el temblor del 85, pero ahora, las redes sociales se encargaron de traumatizar a cualquiera. Se siente muy jod... estar así”.

Hurtado se mostró mucho más tranquilo, y afirmó que si bien la noticia lo ha dejado realmente adolorido, se siente “reconfortado por la solidaridad de la gente; los voluntarios [en las labores de rescate] son unos verdaderos héroes sin capa”. Por su lado, Becky G dio un breve discurso bilingüe en el que enfatizó que, “ahora mismo, lo que el mundo necesita es positivismo y mucho amor. Necesitamos más que nunca quedarnos unidos y tener mucha fe”.

En el plano de la música en vivo, Gian Marco se encargó de su parte secundado únicamente por su guitarra acústica, e incluso cuando admitió que “mucha gente conoce mis canciones, pero no me conoce a mí”, dio cuenta de su carisma interpretar con voz clara y entrenada piezas de su autoría que se han hecho famosas en las gargantas de otros, como “Sentirme vivo” (cedida a Emmanuel), “Canta corazón” (otorgada a Alejandro Fernández) y “Hoy” (encomendada a Gloria Estefan).

El menos conocido de la noche era Melendi, un joven asturiano cuya música no habíamos escuchado nunca, pese a que ha vendido ya más de 3 millones de discos y ha lanzado ocho álbumes en estudio. Si quisiéramos simplificar las cosas, diríamos que el oriundo de Oviedo -que se mostró siempre simpático y contó varias anécdotas entre canción y canción- nos recordó muchas veces a Arjona, sobre todo cuando le entraba a las baladas y a las rimas directas en sus letras.

Pero su voz de tintes ásperos fue más por el lado de Sabina, y hasta le dio espacio a una pieza considerablemente rockera (“Lágrimas desordenadas”), porque a pesar de que el show se anunció como algo completamente desenchufado, él llegó con su banda completa, que incluía a un baterista y a dos guitarristas.

Más allá de sus letras, que se inclinaban hacia el rollo del amor -citó tanto a Pedro Almodóvar como a Michael Bolton-, Melendi ofreció anteriormente palabras de comprensión al afirmar que “todos sentimos las cosas que están pasando, sin importar de dónde seamos; y no se trata solo de desastres naturales, sino también de cuestiones políticas”.