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Los argentinos Andrés y Bárbara Muschietti nos presentan un ‘It’ mucho más aterrador, pero no se olvidan de los ‘dreamers’

Andy Muschietti llega a la premiere mundial de "It", realizada esta semana en el TCL Chinese Theatre de Hollywood, California.

Andy Muschietti llega a la premiere mundial de “It”, realizada esta semana en el TCL Chinese Theatre de Hollywood, California.

(ROBYN BECK / AFP/Getty Images)
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Desde que hizo su debut en el largometraje con una historia original desarrollada en los Estados Unidos, “Mama” -que fue apadrinada por el cineasta mexicano Guillermo del Toro-, Andrés Muschietti demostró ser un talento de consideración en las no siempre fáciles lides del terror cinematográfico.

Ahora, el director nacido en Buenos Aires regresa a las salas de todo el país con “It”, una nueva adaptación de una de las novelas más populares de Stephen King, que fue llevada a la televisión en 1990, pero que llega ahora a las salas de cine a través de una versión mucho más realista y compleja.

Muschietti y su hermana Bárbara, que funge ahora de productora -y que fue anteriormente su coguionista-, ya habían trabajado con menores (más precisamente, dos pequeñas) en “Mama”, pero esta vez les tocó liderar a un reparto mucho más grande de niños y colocarlos en situaciones incluso más aterradoras, porque en “It”, un payaso/alienígena/demonio que ha venido visitando un poblado estadounidense por décadas regresa para atacar a los niños del lugar.

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“Para mí, fue una experiencia muy colaborativa y también muy divertida”, le dijo Andy a HOY Los Ángeles durante una reciente entrevista. “Era importante que los niños se divirtieran durante el rodaje, porque esa es la mejor manera de trabajar. No traté nunca de imponer nada, sino de lograr un buen balance entre el control y la libertad que ellos necesitaban para crear”.

“El proceso de casting fue duro y largo, pero cuando encontramos a los actores correctos, obtuvimos un grupo extremadamente talentoso que me daba seguridad como para darle esa libertad”, agregó. “En algunos momentos de la película hay mucha improvisación, y esa misma espontaneidad es la que le da tanta vida a lo que se muestra”.

Fuera de los niños, una buena parte de la eficacia de esta nueva versión dependía de lo bien que estuviera representado Pennywise, que es una de las figuras más representativas del género y que se encuentra ahora en manos de Bill Skarsgård, un actor sueco que no es todavía demasiado conocido, pero que promete lanzarse con esto a la fama mundial.

“Hablé muchas horas con él acerca de las cosas que quería del personaje”, retomó el cineasta, que cita entre sus influencias a Steven Spielberg, John Carpenter y Robert Zemeckis. “Coincidimos en muchos conceptos, y en base a esas coincidencias, él empezó a construir al personaje. Básicamente, el concepto original era hacer un Pennywise que te aterrara por lo impredecible que es; si ves a Bill, él es de algún modo así, porque tiene un comportamiento muy errático, y eso es justamente lo que buscaba”.

Andy y Bárbara viven desde hace más de tres años en Los Ángeles, y aunque sus trabajos no tienen aparentemente connotación política alguna, aseguran sentirse afectados por la hostilidad que ha mostrado Donald Trump hacia los inmigrantes, empezando por los que son mexicanos.

“Esto es algo que le cae a todos, y aunque no nos involucrara, estamos indignados con lo que está pasando ahora mismo”, comentó él. “Es un desastre; pero dicho esto, me siento muy feliz de haber recorrido este camino, porque sigo estando sorprendido y agradecido por la increíble respuesta que le ha dado el público hispano a mi carrera, pese a que esta se ha desarrollado por aquí”.

Por su lado, Bárbara considera que este apoyo se ha extendido a “It”, como lo demuestran los comentarios en las redes sociales y en los eventos relacionados al filme, incluyendo el laberinto que se ha instalado en el cruce de Hollywood y Vine. “Tenemos un contacto constante con estos seguidores, y el hecho de que se produce en nuestro lenguaje original lo hace incluso más gratificante”, juzgó.

De hecho, al cierre de esta entrevista, cuando ya habíamos cambiado de tema, ella misma se despidió con un grito de “¡Aguante DACA!” que fue repetido por su hermano; y se preocupó en insistir que los jóvenes afectados “no deben escuchar a las voces que les dicen que no deben preocuparse porque les quedan varios meses, porque van a necesitar de un monto de papeles. Tienen que estar alertas”.

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