Proximamente Donut Bar se extenderá a 10 nuevas ciudades
Un año después de crear un plan para replicar la marca Donut Bar más allá de su ubicación en el centro de San Diego, la compañía otorgó franquicias para casi una docena de locales, incluidos tres en el condado de San Diego.
Los franquiciados, que gastarán de 300 mil a 600 mil dólares cada uno para abrir sus céntricas tiendas, fueron seleccionaron de entre 1600 solicitantes, explicó el copropietario de Donut Bar, Santiago Campa.
Espera que nueve de las 11 nuevas ubicaciones abran a fines de este año. Casi todos los arrendamientos están finalizados, y todas las franquicias planeadas deberían estar listas para el próximo verano, expresó Campa.
En el condado de San Diego, los planes para las nuevas Donut Bar en Oceanside, Eastlake y Pacific Beach están en marcha. Fuera del condado, la filial de Donut Bar, Sweet Assets Franchise Group, planea abrir tiendas en Temécula, Riverside, Pasadena, North Hollywood/Burbank, Sacramento, Anaheim y en Tucson y Scottsdale, Arizona.
“Fue muy difícil descartar solicitudes”, dijo Campa, quien inicialmente contrató a un consultor de franquicias el año pasado para asesorarlo a él y a su socio, Wendy Bartels, sobre cómo proceder. “Mucha gente tiene dinero, pero lo más importante para nosotros es que tengan la misma cultura que Donut Bar, desde el control de calidad hasta la persona que levantará una escoba y trapeará los pisos. Y además queríamos personas que también entiendan el servicio al cliente, que es nuestra máxima prioridad”.
Al igual que la ubicación del centro de San Diego, las franquicias de Donut Bar incorporarán ofertas de vino y cerveza artesanal en las noches de fines de semana, junto con donas recién horneadas. El único lugar que no lo hará es Eastlake, señaló Campa. Durante los meses de verano, es probable que las locaciones abran en horario nocturno hasta por cinco noches a la semana, agregó.
Los franquiciados seleccionados, dijo, representan una amplia gama de experiencia, desde personas que han operado franquicias de unidades múltiples hasta novatos, que no tienen experiencia en franquicias, pero que han estado haciendo negocios por sí mismos.
En la mayoría de los casos, las tiendas ocuparán espacios vacíos en los centros comerciales existentes, aunque dos —Anaheim y Riverside Donut Bar— se construirán desde cero, dijo Campa.
El papel de Sweet Assets, que recogerá un porcentaje de las ventas de las tiendas, será capacitar a los franquiciados, brindarles apoyo de mercadotecnia y ayudar con el desarrollo del menú y el control de calidad.
Las donas de estilo artesanal se han hecho cada vez más populares y no faltan las tiendas gourmet donde se venden. Aunque Campa no parece demasiado preocupado por la expansión, reconoció que es cuestión de no moverse demasiado rápido. Dijo que no planea buscar franquiciados adicionales hasta fines de año.
“Estamos preocupados por la saturación, por eso estamos siendo muy selectivos”, expresó. “No vamos a ponerlos en la posición de estar compitiendo entre ellos. Y nunca pondré una que esté junto a una Mop and Pop Donut.
“Pero creo que nuestro concepto está probado y es bueno. Llevamos alrededor de cinco años y creo que tenemos un producto único que no se puede imitar demasiado”.
Weisberg escribe para el U-T.
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