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Un depósito de combustible espacial viaja por Los Ángeles

Un enorme depósito externo de combustible propulsor para transbordador espacial recorría las calles de Los Ángeles para unirse a la muestra de la retirada nave Endeavour en el Centro de Ciencia de California.

La gran operación de traslado comenzó en la medianoche del viernes al sábado y se esperaba que llevara entre 13 y 18 horas a través de su ruta de 16 millas y media (26,5 kilómetros) de calles, avenidas y bulevares desde Marina del Rey, en la costa, al centro en el Exposition Park, cerca del centro de la ciudad.

No se esperaba que el recorrido del depósito fuera tan complicado como el que hizo el Endeavour, de 122 pies (37 metros) de largo y con una envergadura de 78 pies (23 metros), en su traslado de 12 millas (19 km) desde el aeropuerto internacional de Los Ángeles. Ese traslado requirió caros preparativos como retirar árboles, carteles de tráfico y otros obstáculos, pero aun así llevó 17 horas más de lo previsto. Sin embargo, se convirtió en un espectáculo disfrutado por grandes multitudes por el camino.

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Aunque el depósito es más grande —154 pies_, el tanque externo de 65.000 libras (29.000 kilos) es mucho más estrecho que el transbordador, con un diámetro de 27,5 pies (8 metros).

El enorme depósito se envió a California en una barcaza desde un centro de la NASA en Louisiana. Eltanque viajó por el canal de Panamá hasta el Pacífico y llegó el miércoles a Marina del Re, un puerto para yates en la costa del condado de Los Ángeles, donde se descargó en espera de su traslado.

El depósito, conocido como ET-94, fue el último tanque externo apto para vuelo, pero no llegó a utilizarse antes de que se suspendiera el programa de transbordadores.

Los depósitos externos no sólo llevaban el combustible para propulsar los motores de los transbordadores, sino que eran la pieza central del sistema de lanzamiento. Al tanque se adosaban una nave y dos sólidos lanzacohetes para la ascensión hacia el espacio.

Los depósitos utilizados en misiones de transbordadores quedaban destruidos, ardiendo al regresar a la atmósfera tras ser abandonados por la nave.

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