Los retos de Neymar
Neymar da Silva Santos, Jr. debutó con el primer equipo del Santos F.C. en 2009. En aquel momento tenía 17 años y había llegado a las categorías inferiores del club en 2003. El fútbol le venía de familia, su padre Neymar Sr. también fue jugador. “Creo que fue una preparación importante para mí, en la que me guiaba en el campo, hablaba, silbaba… Cuando era pequeño, decía: ‘corta para adentro’ y yo escuchaba. Entonces él me fue preparando para convertirme en quien soy”, dijo el jugador el documental “Dentro de la historia”, de NR Sports.
El Real Madrid lo tentó a los 14 años, pero el futbolista se quedó en el Santos. No fue la única ofensiva del equipo blanco para hacerse con Neymar cuyo futuro, aunque no en la capital, sí pasaba por España. En mayo de 2013, el Barça anunciaba que había llegado a un principio de acuerdo con el brasileño por cinco temporadas. El tres de junio llegó al Camp Nou y fue presentado frente a más de 56.000 aficionados.
En aquel momento, frente a los medios, Neymar habló de sus aspiraciones en el club que había pagado, según las cifras que se dieron entonces, 57 millones de euros. El delantero brasileño dijo que nunca le había preocupado ser el mejor jugador del mundo. “El mejor jugador del mundo es Messi. Y para mí es un honor jugar junto a él y poder ayudarle a que siga siéndolo”, dijo según recogieron diversos medios.
El jugador formó junto al genio argentino y el uruguayo Luis Suárez, que llegó a la siguiente temporada, uno de los tridentes más potentes, la denominada MSN. El año de su llegada, el equipo ganó la Supercopa de España. En la temporada 2014-2015, el Barça se hizo con el triplete: Liga, UEFA Champions League y Copa del Rey. Una más tarde se alzaron con el campeonato nacional, una Copa del Rey, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. Su último año, Neymar contribuyó a sumar otra Copa del Rey y otra Supercopa de España al palmarés azulgrana.
En cuanto a su desempeño en el combinado nacional, Neymar debutó con la absoluta en agosto de 2010. Tanto él como el resto de la Canarinha probablemente prefiera no recordar el Mundial de Brasil 2014. En aquella ocasión fueron eliminados en semifinales, aunque él no jugó el encuentro por lesión, frente a Alemania, por un humillante 7-1. En el siguiente campeonato mundial, Rusia 2018, Brasil cayó en cuartos frente a Bélgica.
Como parte de la selección, Neymar atesora una Copa Confederaciones, de 2013, y un oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, en cuya final se revivió el encuentro del Mundial de Brasil con el enfrentamiento entre Alemania y el país anfitrión. La medalla se disputó en los penaltis y Neymar marcó el de la victoria.
En 2017, Neymar dijo adiós al Barça, culebrón incluido. Aunque Messi y él se habían convertido en amigos, el brasileño parecía no encontrarse a gusto con el frío que da la sombra del argentino. El brasileño quería ser el líder de su club, como lo era de la selección.
JUNTO A MESSI Y MBAPPÉ.
Unos días después de que su entonces compañero de equipo Gerard Piqué subiese una foto de ambos con el pie “se queda” en redes sociales, Neymar se fue. Su traspaso costó 222 millones de euros y firmó un suelo de alrededor de 40 millones de euros brutos al año, según publicó en exclusiva el diario español El Mundo el año pasado, una cifra obscena para cualquier mortal.
“No he venido a buscar aquí protagonismo, sino algo nuevo, los títulos que este club y sus aficionados merecen. Quería algo más grande”, dijo él sobre sus aspiraciones, de acuerdo con EFE. El jugador tiene fama de moverse única, o al menos, principalmente, por cuestiones económicas. “Quien piense que he venido por dinero no me conoce, siempre he buscado mi felicidad, no el dinero”, aseguró.
La antipatía por Neymar no solo se veía en los ojos de sus contrincantes cada vez que exageraba una caída en el campo. O en los aficionados del equipo al que iba ganando cada vez que intentaba exhibirse con regates. Su vida fuera del campo tampoco ayudó a ofrecer de él una imagen más amable: fiestas, ostentación y polémicas, desde problemas con el fisco brasileño y el español a supuestos tratos de favor respecto a sus compañeros.
Desde que fichó por el PSG, el delantero ha sido casi más protagonista por sus ausencias sobre el campo que por su actuación en él. En París, donde ya se le ha visto correr de nuevo tras una lesión que lo mantuvo apartado de la hierba más de dos meses, hay quien lo cuestiona. Además, entre las filas parisinas vuelve a estar el astro que un día lo eclipsó, Lionel Messi, y uno de los jugadores más deseados del momento, y siete años más joven que él, Kylian Mbappé.
Con la verdeamarela, Neymar tiene este año una nueva oportunidad de levantar la copa del mundo. “Creo que será mi último Mundial. Lo encaro como el último porque no sé si tendré la fuerza mental para seguir lidiando con el fútbol”, confesó el jugador a Dazn en octubre del año pasado. “Haré todo para llegar muy bien, para ganar con mi país. Para conseguir mi mayor sueño desde pequeño. Y espero poder conseguirlo”.
“Soy de carne y hueso, tengo sentimientos. También tengo mis errores”, explica Neymar en la serie documental que ha estrenado Netflix sobre su vida. “Me equivoqué mucho y el documental muestra esos errores. Ya tuve aciertos y errores. Soy un ser humano. No soy un súper héroe”, insiste.
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