Bach llega a Tokio el 8 de julio, contagios aumentan
TOKIO — El presidente del COI Thomas Bach llegará a Tokio el 8 de julio y pasará tres días en aislamiento antes de participar en las reuniones previas a la inauguración de los pospuestos Juegos Olímpicos de Tokio el 23 de junio, informaron el miércoles los organizadores y el Comité Olímpico Internacional.
Bach también tiene previsto visitar Hiroshima el 16 de julio, al mismo tiempo que su vicepresidente irá a Nagasaki.
Los dignatarios visitantes suelen visitar las ciudades para recordar el bombardeo nuclear perpetrado por Estados Unidos en agosto de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial.
Previo a la llegada de Bach, los casos de COVID-19 han vuelto a repuntar en Tokio.
El miércoles, Tokio reportó 714 nuevos casos — la mayor cantidad en cinco semanas y el 11mo día seguido que los casos en la capital japonesa excedieron el registro de siete días antes.
Apenas el 12% de la población japonesa se ha vacunado completamente. Una especie de estado de emergencia culmina el 12 de julio y el gobierno no ha descartado mantenerlo en vigencia para cuando inicien los Juegos.
En unas polémicas declaraciones hace un mes, Coates salió al paso de una pregunta sobre si las justas podrían realizarse durante un estado de emergencia.
“La respuesta es un rotundo sí”, replicó.
El COI ha persistido con los Juegos pese a una fuerte oposición en Japón, parcialmente porque el 75% de sus ingresos dependen de la venta de los derechos de transmisión televisiva. Esos ingresos se han frenado durante la pandemia.
Según estimados oficiales, Japón se gastará 15.400 millones de dólares en los Juegos. Pero auditorías del gobierno apuntan a que el monto es más alto. Las entidades del gobierno japonés son responsables por casi todos los costos, excepto 6.700 millones de dólares.
El gobierno de Tokio tomó la decisión de sacar el relevo de la antorcha olímpica de las calles de la ciudad, entre el 9 y 16 de julio. No ha quedado claro cómo será el relevo a partir del 17 de julio hasta la ceremonia de apertura el 23 de julio en el Estadio Nacional.
Los organizadores y el gobierno tratan de ser más estrictos en sus controles de detección del virus luego que un integrante de la delegación de Uganda dio positivo a inicio de mes en el aeropuerto Narita de Tokio y guardó cuarentena en la terminal.
Pero el resto del equipo de nueve personas pudo hacer el traslado de 500 kilómetros (310 millas) en un autobús fletado a su campamento de entrenamientos en Osaka.
Tres días después, un segundo ugandés también dio positivo, lo que forzó a que siete empleados de la ciudad y los choferes que estuvieron en contacto cercano con el equipo se aislasen. Los ugandeses tuvieron que hacer una cuarentena en un hotel.
La alarma se disparó al anunciarse que los dos ugandeses se contagiaron con la variante delta del virus, la cual se propaga más rápidamente.
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