Chávez padre: tuve todo pero me sentía solo, me sentía vacío, casi me quito la vida
Durante una charla de Julio César Chávez padre con Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, la leyenda del boxeo mexicano tocó el tema de la profunda adicción que vivió y la importancia de sus centros de rehabilitación en Culiacán y Tijuana.
“Yo soñaba con ser campeón del mundo. Si yo me hubiese cuidado, yo hubiera llegado a 100 peleas invicto. Porque era un peleador natural, solamente boxeaba con costal y pera, y ya ves todo lo que hice”, declaró Chávez padre, quien en 1991 sufrió su primera derrota en su carrera al caer ante Frankie Randall en Las Vegas, Nevada.
“Desafortunadamente no tuve a alguien que me guiara bien”, expresó el campeón en tres diferentes divisiones.
“Yo soñaba con ser campeón del mundo, con tener carros alegóricos, con tener yates, aviones, mansiones y todo lo tuve, a manos llenas, y me pasó algo bien curioso porque cuando tuve todo eso, lo tuve a manos llenas y sentí un vacío”, declaró el ahora comentarista de boxeo de 57 años de edad para cadenas como Azteca y ESPN en Estados Unidos.
“Me decía: Dios mío ¿qué me pasa?, ¿por qué me siento tan vacío?, tan solo, si siempre estoy rodeado de tanta gente. Todo lo tuve a manos llenas y no me llenó y ¿qué es lo que hice?, me metí en las drogas y en el alcohol”.
Chávez declaró que el vicio fue un “infierno” para él y que lo tuvo al borde de la muerte.
“Fue un infierno para mí, fue algo muy difícil para mí, muy triste para mí, muy triste para mi familia. Lastimé a mucha gente, sentía que me moría”, declaró Chávez, quien también agradeció a su esposa Myriam y a su hijo Julio que fueron los que lo obligaron a ingresar a una clínica de rehabilitación.
“Si por mi fuera, seguiría drogándome. Fueron muchos años, drogándome, día y noche, estuve a punto de quitarme la vida, la de mi hermano, estuve a punto de quitarle la vida a unos amigos. Fue un infierno, donde me estaba quedando en la calle. Ya no tenía amigos”, afirmó en la llamada.
Chávez explicó que uno de los motivos principales por los cuales empezó a construir centros de rehabilitación, dos en Culiacán y dos en Tijuana, fue para ayudarse a si mismo, a comprometerse en su propia lucha contra las drogas.
“Solo no voy a poder, es tan difícil y tan complicado dejar una adicción. Las clínicas fueron para comprometerme a mi mismo con la sociedad”, indicó Ch´ávez, quien también destacó los buenos resultados que ha tenido en su batalla contra la adicción.
De acuerdo a Chávez, tiene 11 años alejado de las drogas y el alcohol.
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