Solo 3 de los 23 candidatos presidenciales guatemaltecos hicieron campaña en L.A. Los inmigrantes están molestos
Los guatemaltecos que viven en Estados Unidos podrÃan contribuir e influir en la polÃtica de su paÃs cuando voten en las elecciones presidenciales del 25 de junio.
Pero a pesar de la potencial influencia de la diáspora, apenas un puñado de candidatos acudió a un foro de candidatos celebrado el 5 de mayo en Los Ãngeles. Eso dejó a la comunidad guatemalteca del sur de California frustrada y enfadada, sentimientos que muchos conocen demasiado bien cuando se trata de polÃtica nacional.
Veintitrés candidatos se disputan el cargo de Presidente de la República de la profundamente atribulada nación centroamericana. Todos ellos se disputan a los 89,554 votantes registrados que ahora residen en suelo estadounidense. El triángulo metropolitano que comprende Los Ãngeles, Long Beach y Santa Ana alberga la mayor parte de la diáspora guatemalteca estadounidense, unas 230,000 personas de un total estimado en 1.6 millones.
Pero la escasa participación en el tercer foro presidencial, organizado por la Red de Migrantes Guatemaltecos y celebrado en el Celebrity Centre International de la Iglesia de la CienciologÃa, en Hollywood, hizo que muchos guatemaltecos dudaran de la integridad del proceso de votación de los inmigrantes, que ya se ha visto acosado por acusaciones de manipulación oficial y contratiempos técnicos.
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En su discurso de apertura del foro, Walter Batres, presidente de la Red de Migrantes Guatemaltecos, elogió a los tres candidatos que se presentaron, en un lenguaje que apuntaba a los otros 11 aspirantes invitados que optaron por no participar.
“No se bajaron del avión, no pusieron excusas, están cumpliendo con una invitación que les hicieron los migrantesâ€, dijo Batres a los tres participantes, provocando fuertes aplausos de las cerca de 200 personas que abarrotaban un auditorio.
“Eso demuestra que sà tienen visadoâ€, añadió Batres ante un coro de risas.
Los tres candidatos que acudieron eran AmÃlcar Pop, del partido Winaq URNG; Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla; y Edmond Mulet, del partido Cabal. De estos tres, solo Mulet alcanzó los dos dÃgitos en una encuesta del 2 de mayo, con un 10.1%.
Entre los que no se presentaron estaban Carlos Pineda (Prosperidad Ciudadana), un empresario de derecha que encabezaba la encuesta del 2 de mayo con un 23.1 %, pero cuya candidatura fue prohibida recientemente por la Corte de Constitucionalidad de Guatemala por supuestas violaciones de la ley electoral; y Zury RÃos (Valor-Unionista), hija del fallecido dictador de derecha y evangelista EfraÃn RÃos Montt, exmilitar y, brevemente, presidente de facto, cuyo mandato coincidió con uno de los periodos más violentos de la guerra civil genocida de Guatemala, que duró 36 años y terminó en 1996 con cientos de miles de muertos y 1 millón de desplazados.
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Durante décadas, los guatemaltecos que viven en Estados Unidos han ayudado a apuntalar el flujo de ingresos de su nación ancestral enviando remesas. Aunque solo fuera por eso, creen muchos inmigrantes, eso deberÃa dar a los polÃticos un incentivo para preocuparse por sus votos. LÃderes y activistas guatemaltecos del sur de California dijeron que lo que más les preocupa es frenar el flujo de emigración guatemalteca, levantar la economÃa del paÃs y restablecer el Estado de derecho.
“La oligarquÃa ha cooptado todo el estadoâ€, dijo Mario Ãvila, activista y organizador local simpatizante del izquierdista Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), cuya candidata presidencial es Thelma Cabrera. “Si llenamos el Congreso con un gran número de diputados del MLP, vamos a crear un Congreso de dignidad y vamos a hacer más cambios estructurales y podremos destituir a todos esos jueces y fiscales corruptosâ€.
En 2019, el primer año en que se permitió votar a los guatemaltecos expatriados, se presentaron 19 candidatos a la presidencia. En aquella ocasión, se registraron un total de 8.1 millones de votantes en el paÃs y en el extranjero, y participaron 5 millones. En la primera vuelta electoral, Sandra Torres, del partido Unidad Nacional de la Esperanza, quedó en primer lugar, con 1.1 millones de votos (25.53%), seguida de Alejandro Giammattei (VAMOS) (13.96%), Mulet (11.22%) y Cabrera (MLP) (10.37%).
La tendencia electoral en Estados Unidos, aunque de volumen exponencialmente menor, fue notablemente diferente. Entre los emigrantes, Cabrera recibió 235 votos, más del doble que Giammattei, que pasó a ganar en la segunda vuelta.
“Hay un gran descontentoâ€, dijo Ãvila, el activista, que atribuye los diferentes resultados a una mayor oposición entre los inmigrantes a la clase polÃtica dirigente de Guatemala. Este año, él y otros activistas de Los Ãngeles han intentado conseguir apoyo local para los candidatos del MLP, centrándose en la comunidad maya del vecindario de Westlake-MacArthur Park.
“El inmigrante está más alertaâ€, dijo Batres, y añadió que los candidatos no pueden comprar fácilmente el voto de los inmigrantes de Estados Unidos, mientras que en Guatemala es habitual que los polÃticos sobornen a los votantes con tan poco como una camiseta o una bolsa de arroz.
Los tres candidatos que comparecieron en Los Ãngeles hablaron de preocupaciones similares.
Pop, de 45 años, de ascendencia indÃgena qeqchi, es abogado y se identifica ideológicamente como izquierdista. Fue elegido para dos mandatos en el congreso guatemalteco y actualmente es legislador del Parlamento Centroamericano.
En una entrevista concedida a Los Angeles Times, declaró que querÃa centrarse en mejorar las condiciones económicas de Guatemala para frenar la fuga de cerebros de profesionales jóvenes y formados que huyen del paÃs.
“Queremos tecnificar e industrializar la agricultura guatemalteca, generar la tecnologÃa suficiente y apostar por las microempresas, salir del subdesarrolloâ€, dijo. Dijo que esperarÃa conseguirlo, en parte, mejorando los servicios de los consulados guatemaltecos en el extranjero —que, en su opinión, han decaÃdo bajo la presidencia de Giammattei— y apuntalando las relaciones diplomáticas con el gobierno estadounidense.
Arévalo, de 64 años, sociólogo y exdiplomático, dijo que su proyecto de presupuesto cuatrienal para servicios exteriores duplicarÃa el de la administración Giammattei, pasando de 118 millones de dólares a 237 millones. También se comprometió a revisar la plantilla actual de los consulados para determinar si es necesario hacer cambios de personal.
También subrayó la necesidad de que el gobierno federal invierta más en la creación de empleo y en asistencia sanitaria.
“La gente que se está marchando de Huehuetenango, San Marcos y Quetzaltenango no es gente que quiera ir de vacaciones o tener una aventura. Esa gente se va porque no hay otra posibilidad de sobrevivir que ir a buscar trabajo donde lo hayâ€, subrayó Arévalo, refiriéndose a las regiones occidentales de Guatemala cercanas a la frontera con México.
Mulet, de 72 años, el tercer candidato, hizo hincapié en la necesidad de combatir la corrupción, que agota los recursos y socava el desarrollo económico. El abogado de centro-derecha, expresidente del Congreso y exembajador en Estados Unidos, prometió atraer más inversiones reforzando el Estado de derecho.
“La cultura de la atención a los migrantes va a cambiarâ€, dijo Mulet, que ha sido crÃtico con el gobierno de Giammattei.
Al final del foro, Yolanda Nish, originaria de Quetzaltenango, consideró que los tres candidatos coincidÃan en gran medida.
“Todos eran casi igualesâ€, dijo la residente del Valle de San Fernando. “Me gusta participar, pero no votarÃa por ninguno aunque me convencieran, porque aunque estuviera allà [en Guatemala] no cumplirÃan lo que prometenâ€.
Emilsa Bautista, originaria de la provincia de San Marcos, viajó desde Dallas para asistir al foro de Los Ãngeles. La propietaria de un restaurante llegó a Estados Unidos hace 30 años.
“Quiero saber por quién voy a votarâ€, dijo Bautista, oriunda de la ciudad de Tecún Umán, en la frontera con México.
Para los votantes de Estados Unidos, acostumbrados a elegir entre dos partidos polÃticos, la idea de tener que elegir entre 23 candidatos puede resultar inimaginable.
Cristhians Castillo, investigador del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, en Ciudad de Guatemala, dijo que hay 30 partidos polÃticos registrados en Guatemala, y todos están obligados por ley a presentar candidatos al Congreso y a los Ayuntamientos, cuyas elecciones también se celebrarán el 25 de junio. En estas elecciones se elegirán 160 diputados, 20 miembros del Parlamento Centroamericano y 340 alcaldes para mandatos de cuatro años a partir de 2024.
Castillo dijo que el gran número de partidos refleja la presencia de muchos partidos satélites que orbitan en torno a los partidos principales. Son útiles sobre todo para formar coaliciones con los partidos principales que luego pueden aprobar o bloquear leyes, asà como para proteger a los partidos principales y a sus representantes de la persecución legal y el escrutinio polÃtico. Los 160 diputados que serán elegidos en junio también nombrarán a los jueces y magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Al igual que las de la mayorÃa de sus vecinos centroamericanos, la democracia de Guatemala es inestable, y sus instituciones electorales despiertan profundas sospechas sobre su competencia e imparcialidad.
Un destacado ejemplo reciente fue el de Cabrera, de 52 años, candidata del MLP, de la provincia de Retalhuleu, en el suroeste de Guatemala, que es izquierdista de ascendencia mam maya y representa a una de las zonas rurales más empobrecidas del paÃs.
Pero el Tribunal Supremo Electoral (TSE) denegó la inscripción de su candidatura, lo que desencadenó una batalla legal. El 2 de mayo, el Tribunal Constitucional rechazó el recurso presentado por el MLP, argumentando que el candidato a vicepresidente de Cabrera, el exabogado de derechos humanos Jordán Rodas, carecÃa del documento rutinario de inscripción de candidatos.
En una entrevista con The Times, la politóloga Anita Isaacs, profesora del Haverford College, afirmó que Cabrera y Rodas fueron bloqueados porque ambos tienen una visión del cambio social que rompe con el status quo del sistema polÃtico.
“Representaban la opción de reanudar los Acuerdos de Paz, de reanudar la esperanza de construir una sociedad en la que prevalezca el estado de derecho y en la que se profundice en un estado y una sociedad más inclusivos y democráticos, en todos los sentidosâ€, añadió Isaacs, refiriéndose a las negociaciones entre el gobierno y las fuerzas rebeldes guerrilleras de izquierda que pusieron fin a la guerra civil, pero que se han visto socavadas por la corrupción y la concesión generalizada de impunidad, según grupos de derechos humanos.
Las posibilidades de que los candidatos de partidos minoritarios pasen a la segunda vuelta del 20 de agosto, si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos en la primera vuelta, son escasas. De los tres candidatos que visitaron Los Ãngeles, Mulet es el que tiene más posibilidades de pasar, dijo Castillo.
“Lo que hace la encuesta es exponer el desgaste que ha tenido la clase polÃtica tradicionalâ€, continuó, señalando que los tres candidatos con los Ãndices de desaprobación más altos tienen estrechos vÃnculos con anteriores gobiernos presidenciales.
Leonel De La Cruz, residente en Los Ãngeles, ha compartido en WhatsApp sus preferencias por candidatos sin pasados turbios.
“Se sabe quién puede hacer algo por el paÃs, y se sabe quién tiene vÃnculos oscurosâ€, dijo el guatemalteco.
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