Miles de agricultores del Valle Central podrían perder el acceso al agua por la sequía
Mientras California soporta un segundo año de sequía cada vez más brutal, los reguladores estatales del agua están considerando una orden de emergencia que prohibiría a miles de agricultores del Valle Central usar agua de arroyos y ríos para regar sus cultivos.
El viernes, la Junta Estatal de Control de Recursos Hídricos emitió un borrador de orden de “reducción de emergencia” para la cuenca hidrográfica del delta de Sacramento-San Joaquín. La medida, que fue informada por primera vez por Sacramento Bee, prohibiría a algunos titulares de derechos de agua desviar el líquido ubicado en las superficies para fines agrícolas y otros.
La regulación propuesta subraya cuán grave se ha tornado la situación, a medida que la sequía presiona al oeste estadounidense.
“Esto indica que la sequía es realmente severa”, comentó Erik Ekdahl, subdirector de la División de Derechos de Agua de la junta estatal. La institución considerará la aprobación de la orden el 3 de agosto. Si se aprueba, entrará en vigor unas dos semanas después, siendo esto lo más temprano posible, agregó Ekdahl.
“Esta es probablemente la primera vez que la junta contempla órdenes de reducción para toda la cuenca del delta de la bahía”, explicó Ekdahl. Se enviaron algunos avisos de indisponibilidad de agua a los titulares de los derechos en la cuenca del delta durante el período 2014-15, pero no se utilizó este tipo de orden formal y generalizada, aclaró.
Si se aprueba, la disposición se implementaría primero con los titulares de derechos de agua más recientes y luego con los propietarios de mayor rango, de manera gradual. Según Ekdahl, la junta cree que más de 10.000 titulares de derechos se verían afectados, ya que su líquido se utiliza principalmente para fines de riego agrícola. Algunas entidades municipales, industriales y comerciales también podrían verse afectadas.
La regulación propuesta establecería una exención por motivos de salud y seguridad humana, lo que significa que el agua para beber, bañarse y para uso doméstico no estaría sujeta a la restricción. A mediados de junio, la junta emitió un aviso de falta de disponibilidad de agua, a muchos titulares de derechos, que insta, pero no ordena, a las personas a que dejen de desviar el líquido.
Esta regulación de emergencia llega en un momento en que los embalses primarios del norte de California que alimentan los lagos y arroyos de la entidad están a aproximadamente el 30% de su capacidad, subrayó Ekdahl. Las temperaturas inusualmente cálidas y las tierras secas han contribuido a la reducción del escurrimiento de la capa de nieve de la Sierra. La junta de agua ha calificado las disminuciones como “sin precedentes”.
Según una presentación de la junta, las proyecciones para las condiciones de este año se degradaron significativamente entre abril y mayo, cuando la escorrentía de la cuenca disminuyó en casi 800.000 acres-pies, una cantidad que es casi equivalente a la capacidad total del embalse del Folsom Lake.
“Estamos en una sequía extrema que ha llegado considerablemente rápido”, comentó Felicia Marcus, experta en políticas de agua y ex presidenta de la junta estatal de agua. Según Marcus, el reglamento de emergencia propuesto muestra que la junta está funcionando como debería para distribuir el líquido durante la escasez.
“En teoría, es una cuestión de números. Observas cuánta agua hay y si no hay suficiente para cumplir con todo, entonces emites avisos y órdenes de reducción”, explicó Marcus. “Esa es la forma en que se supone que funciona el sistema de derechos de agua”.
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