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¿Necesitará California una nueva orden de uso de mascarilla? La variante del Delta plantea a Newsom nuevos retos

 California Governor Gavin Newsom
A medida que aumentan los casos de coronavirus en California, el gobernador Gavin Newsom podría verse presionado a volver a imponer el uso voluntario u obligatorio de mascarillas en interiores, una decisión que quizá repercutiría en el esfuerzo de destitución que hay contra él.
(Robert Gauthier / Los Angeles Times)
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Con la propagación del COVID-19 en aumento, el gobernador Gavin Newsom se enfrenta a una delicada decisión sobre si debe imponer de nuevo los requisitos de uso de mascarilla en todo el estado en los lugares públicos cerrados y arriesgarse a molestar a los californianos a pocas semanas de que decidan si debe ser destituido de su cargo.

En el condado de Los Ángeles, donde vive uno de cada cuatro californianos, los residentes están obligados a llevar mascarilla en esos lugares, estén o no vacunados. Siete condados del Área de la Bahía de San Francisco recomendaron la semana pasada el uso de mascarilla, al igual que los condados de Sacramento y Yolo, para ayudar a frenar la propagación de la variante Delta.

Aunque la administración Newsom ha dado libertad a los condados para decidir qué es lo mejor para cada uno, eso podría cambiar si California sigue viendo un aumento en los casos de COVID-19 y de las hospitalizaciones.

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“Ha habido muchos momentos durante la pandemia en los que era difícil saber qué iba a hacer”, dijo la Dra. Karen Smith, médico de enfermedades transmisibles y ex directora del Departamento de Salud Pública de California. “Este es realmente el momento más difícil”.

Newsom no respondió directamente a una pregunta durante una conferencia de prensa el lunes, en el condado de Sonoma, cuando se le preguntó sobre la posibilidad de un mandato estatal de uso de mascarilla en interiores.

“Veo condados por todo el estado, incluso aquí, que recomiendan el uso de mascarilla en interiores”, respondió Newsom, antes de señalar que la Academia Americana de Pediatría está “básicamente alineada” con el controvertido mandato estatal de portar cubierta facial en las escuelas.

“Estamos comprometidos a no imponer nuevas restricciones, pero también estamos comprometidos a revisar este último aumento en el número de nuevos casos aquí en el estado de California”, dijo Newsom, añadiendo que su administración está “muy consciente de la naturaleza transmisible de la variante Delta”.

“Como consecuencia, se ve no solo en el condado de Los Ángeles, como señalé, sino en los condados del Área de la Bahía que siguen con algún tipo de requisito o recomendaciones”, dijo Newsom. “Esto es inevitable, si sigue así”.

Las autoridades del condado de Los Ángeles afirman que, ante el aumento de los casos de COVID-19 y de las hospitalizaciones, esperan que el restablecimiento del uso de mascarilla como norma social ayude a reducir la transmisión de la enfermedad.

Cualquier decisión podría resultar políticamente volátil para Newsom, dada la politización de las vacunas COVID-19 y las restricciones impulsadas en gran medida por los líderes republicanos, incluido el ex presidente Trump, y los medios de comunicación conservadores. Los republicanos que esperan reemplazar a Newsom después de las elecciones de destitución del 14 de septiembre, ya han aprovechado el tema de los nuevos mandatos de uso de mascarilla como otro ejemplo de extralimitación del gobierno.

El ex alcalde de San Diego, Kevin Faulconer, criticó la orden de uso obligatorio de mascarilla del condado de Los Ángeles, diciendo que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han determinado que tales directivas son innecesarias para las personas que han sido vacunadas.

“Si Gavin Newsom tuviera sentido común, daría un paso al frente y se opondría a esto, eso es lo que haré como gobernador”, manifestó Faulconer en un tuit la semana pasada.

Mark DiCamillo, director de encuestas en el Instituto de Estudios Gubernamentales de la Universidad de Berkeley, dijo que cualquier restricción impuesta por Newsom fortalecería a los californianos que quieren destituirlo. Eso por sí solo tendría un impacto, ya que la elección podría depender de la participación de los votantes, aunque todas las encuestas recientes indican que la revocación fracasará.

“Los republicanos y los votantes del ‘sí’ (a la destitución) ven esto como una decisión personal y, ya se sabe, la imposición de este tipo de mandatos no sienta bien a esa parte del electorado”, dijo DiCamillo.

La encuesta del instituto publicada en mayo encontró que, entre los californianos que consideraban que las vacunas eran una “elección personal”, el 66% apoyaba la destitución de Newsom. Entre los que consideraban que la vacunación era “responsabilidad de todos”, solo el 16% estaba a favor de destituirlo.

Rob Stutzman, consultor político republicano y ex director de comunicaciones del gobernador Arnold Schwarzenegger, dijo que la división sobre las restricciones del COVID-19 entre los leales a Newsom y los partidarios acérrimos de la destitución es muy marcada, pero no todos los californianos pueden clasificarse según esos extremos políticos.

La imposición de un mandato estatal para el uso de mascarilla en lugares públicos cerrados amenaza con aumentar la ira de los californianos que todavía podrían estar indecisos o vacilantes sobre la destitución de Newsom, expuso Stutzman.

El condado de Los Ángeles exige ahora el uso de mascarilla en lugares públicos cerrados, lo que abre una nueva línea de batalla, ya que el coronavirus está aumentando considerablemente entre los no vacunados.

“Creo que mucha gente que está vacunada, que ha hecho lo que se le ha pedido, se sentirá realmente molesta”, dijo. “Pienso que retroceder en los mandatos tiene mucho riesgo político. Es una pendiente resbaladiza. Lo siguiente que pasaría es que los funcionarios de sanidad volverían a presionar para que se restrinjan las comidas en el interior. ¿Dónde acabaría esto?”.

Pero Smith señaló que las personas vacunadas no son las que deben preocupar a Newsom.

Las encuestas estatales muestran que la mayoría de los californianos vacunados siguen usando mascarilla en los espacios públicos y se colocan la cubierta facial más a menudo que los que no han sido vacunados, expuso.

“Cuando se hace una recomendación de que incluso las personas vacunadas se coloquen la mascarilla, no se va a obtener mucho beneficio porque ya lo están haciendo en un alto porcentaje”, subrayó. “Los que necesitan utilizar cubierta facial son los que no están vacunados, y no lo van a hacer porque ya no lo están haciendo”.

Smith dijo que la cuestión de si se debe ir más allá y ordenar el uso de mascarilla es difícil, pero una orden a nivel estatal parece prematura dado que las tasas de vacunación de California son relativamente altas y las hospitalizaciones son bajas en este momento. Ella recomendó una campaña de concientización pública que explique los beneficios de seguir utilizando cubrebocas antes de cualquier posible restricción a nivel estatal.

“No hay soluciones realmente buenas en esto”, dijo. “No veo que vaya a haber un mandato en un futuro próximo. Ni siquiera veo que vaya a haber una recomendación en las próximas semanas, a no ser que algo, como las hospitalizaciones, empiecen a aumentar mucho”.

El Dr. Robert Kim-Farley, epidemiólogo médico y experto en enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública Fielding de la UCLA, calificó el mandato de uso de mascarilla en interiores del condado de Los Ángeles como el “enfoque más sencillo” para hacer frente a la creciente propagación del COVID-19. Las operaciones comerciales no se verán afectadas y no se impondrán nuevos requisitos de distanciamiento físico.

“Ponerse una mascarilla es un precio muy pequeño para poder mejorar la situación y revertir esta tendencia al alza”, comentó Kim-Farley. “Todavía hay muchos que no pueden vacunarse, por ejemplo, todos los niños menores de 12 años. Así que, en cierto sentido, al utilizar cubierta facial también los estás protegiendo”.

Kim-Farley dijo que debido a que aproximadamente el 52% de las personas en el condado están totalmente vacunadas, y otros que se contagiaron de COVID-19 desarrollaron cierta inmunidad natural, la región no verá nada parecido a la gran oleada de casos que abrumó a los hospitales durante las vacaciones a finales de 2020.

Sin embargo, advirtió, el virus es altamente transmisible y supone un peligro.

“Si no está vacunado”, dijo, “el virus lo encontrará”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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