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Madre detenida tras el hallazgo de tres niños pequeños asesinados en Reseda

Law enforcement officers stand at the door of an apartment building.
Investigadores de la policía en un edificio de apartamentos en Reseda donde tres niños pequeños fueron encontrados muertos el sábado. La madre de los niños fue detenida en relación con el caso.
(Luis Sinco / Los Angeles Times)
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Una madre cuyos tres hijos pequeños fueron encontrados asesinados en su apartamento del Valle de San Fernando el sábado por la mañana ha sido arrestada después de huir de la escena, dijo la policía.

 Liliana Carrillo.
Liliana Carrillo es la madre de los tres niños y ha sido puesta bajo custodia en el condado de Tulare.
(LAPD)

Liliana Carrillo, a quien la policía identificó como la principal sospechosa en el caso, fue detenida en el condado de Tulare después de conducir a las autoridades en una persecución de larga distancia en la que supuestamente robó una camioneta en Bakersfield, dijeron las autoridades.

La abuela de los niños llamó a la policía después de descubrir a los niños muertos el sábado por la mañana en un complejo de apartamentos en Reseda y a su madre desaparecida, dijeron las autoridades.

Los policías acudieron al complejo de apartamentos en la cuadra 8000 de Reseda Boulevard alrededor de las 9:30 a.m., dijo la policía. Descubrieron los cuerpos de los tres niños -de 3, 2 y 6 meses- en el interior.

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Los primeros informes indicaban que los niños habían sido apuñalados, pero las autoridades no confirmaron la causa de la muerte. No se dio ningún motivo para los asesinatos.

“Estos son los momentos que recordaremos a lo largo de nuestra carrera”, dijo el teniente Raúl Joel en el lugar de los hechos, señalando que se habían perdido vidas inocentes. “Es difícil procesar esto como oficial de policía”.

Dijo que no había habido llamadas anteriores a la policía en la residencia.

Neighbor Lupe Cuevas is overcome with emotion.
Una vecina, Lupe Cuevas, superada por la aflicción mientras la policía realiza una investigación en el edificio de apartamentos.
(Luis Sinco/Los Angeles Times)

Elizabeth Cuevas, quien vive en el apartamento de arriba de donde tuvo lugar el crimen, comentó que conocía a la abuela. Cuevas dijo que a veces la veía mientras paseaba a sus perros.

Cuevas conoció a uno de los menores, una “dulce niña” que le preguntó si podía acariciar a su perrrito.

“Era una angelita perfecta”, expresó. “Era preciosa, más allá de lo que puedas imaginar”.

Dijo que la niña era la mediana y que creía que los otros dos niños eran varones.

El crimen no tiene ningún sentido para ella. Comentó que los niños parecían muy queridos.

“Eran preciosos”, manifestó.

La niña era de voz suave pero no demasiado tímida o temerosa, dijo.

“Un ángel no debería irse así”, expresó Cuevas.

Nunca oyó gritos procedentes del apartamento, solo el sonido de los dibujos animados, que, según ella, se oía a todas horas, a veces hasta las 10 de la noche.

Cuevas dijo que no puede deshacerse del recuerdo de la niña educada que le pidió permiso para acariciar a su perro.

“Voy a recordar esto durante mucho tiempo”, expresó.

 Neighbors look on outside the Reseda apartment.
Los vecinos se reúnen al otro lado de la calle mientras la policía continúa su investigación en el edificio de apartamentos.
(Luis Sinco/Los Angeles Times)

Los residentes del vecindario se reunieron afuera para ver a los reporteros realizar entrevistas, con los niños arremolinándose en el césped.

Melody Yépez y su marido, Edward, ambos de 64 años, que han vivido en el edificio de enfrente durante 10 años, dijeron que los asesinatos les conmocionaron. La pareja había ido al banco el sábado por la tarde y al volver a casa encontraron el barrio inundado de policías.

“Sabíamos que algo muy malo había pasado”, dijo Edward Yépez.

La pareja dijo que el vecindario ha estado plagado de crímenes de bajo nivel durante años.

“Estando aquí y siendo mayores, hay veces que no nos sentimos seguros”, dijo Melody Yépez.

Mishal Hashimi, de 35 años, y su hija, Ayesha, de 6, llevan dos años viviendo en el barrio. Hashimi comentó que han querido mudarse porque sienten que la zona no es segura y no quiere que su hija vaya a la escuela primaria allí.

Dijo que ha sido difícil porque también cuida a un padre anciano. Pero ahora sospecha que redoblarán sus esfuerzos para mudarse.

“Esto ocurrió justo delante de nuestro apartamento”, señaló. “Está demasiado cerca de nosotros”.

Dijo que se quedó atónita al saber que la madre era sospechosa de haber matado a sus hijos.

“Nadie creería que un padre haría algo así a sus propios hijos”, manifestó. “Si tienes un hijo, sabes lo inocentes que son”.

Agregó que los padres que no pueden hacerse cargo de un niño siempre pueden encontrar formas de obtener ayuda.

“La iglesia está aquí mismo, al otro lado de la calle”, dijo, señalando la Iglesia Nuevo Horizonte al final de la cuadra. “Habría tardado menos de dos minutos en ir andando”.

La residente Corina Huertas, de 28 años, comentó que ha vivido al otro lado de la calle durante dos años y que se sorprendió al enterarse de los asesinatos.

“¿Quién le hace eso a niños inocentes?”, dijo. “Ellos no pidieron nacer”.

Se pide a cualquier persona que tenga información sobre el caso que llame a la policía al (213) 486-6890.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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