El condado de Los Ángeles tiene menos de 100 camas de UCI disponibles, y lo peor está por venir, señalan las autoridades
Las camas disponibles de las unidades de cuidados intensivos (UCI) en el sur de California están disminuyendo a niveles críticos, con una capacidad al 1% en Ventura, y al 0% en Riverside, mientras que Los Ángeles —habitada por 10 millones de personas— tenía menos de 100 camas disponibles.
Pero lo peor del aumento aún está por llegar, señalan los expertos. Los Ángeles tiene más de 4.400 personas hospitalizadas con COVID-19, y las autoridades informaron que ese número podría incrementar a 5.000 para el fin de semana.
La escasez se produce mientras el coronavirus continúa arrasando en todo el estado. Un recuento de Los Angeles Times mostró 42.129 casos sin precedentes registrados el lunes. Esa cifra rompe el récord de un solo día, establecido el 8 de diciembre, cuando se contabilizaron 35.400 casos de coronavirus.
“Nuestra realidad es aterradora en este momento”, indicó Bárbara Ferrer, directora de salud pública del Condado.
En Los Ángeles, las hospitalizaciones por COVID-19 ahora son seis veces más altas que a mediados de octubre. El domingo, había 935 pacientes con coronavirus en el suministro limitado de camas de la unidad de cuidados intensivos —más del cuádruple del número del 1 de noviembre.
En Ventura, el Dr. Robert Levin, oficial de salud, expresó su consternación por las personas que acuden a las fiestas, los servicios religiosos en interiores y los eventos deportivos para jóvenes, que actualmente están prohibidos debido a la extraordinaria crisis de salud pública.
“Las cifras se están volviendo astronómicas. Va a morir gente que no tiene que morir”, dijo Levin el lunes.
En todo el sur de California, la capacidad de UCI disponible cayó al 2.7% el lunes, frente al 4.2% del día anterior. En el Valle de San Joaquín, volvió a descender al 0%, lo que significa que algunas personas críticamente enfermas deben ser alojadas en áreas de hospitales que normalmente no están diseñadas para atender a pacientes con estas características, lo que puede aumentar la mortalidad.
“Mucha gente puede estar pensando que esto no es algo de lo que estar realmente preocupado porque los hospitales pueden simplemente agregar más camas. La realidad es que cada cama debe estar atendida por trabajadores de la salud altamente capacitados, y no tenemos un suministro interminable. Además, los que están aquí salvando vidas todos los días están agotados”, expuso Ferrer.
“Y están desanimados por la realidad de que esta situación no debería ser”, agregó. “Lo mejor que todos pueden hacer ahora es quedarse en casa, tanto como sea posible, y solo salir al trabajo, la escuela, el ejercicio o los servicios esenciales”.
Los Ángeles está tan afectado por los pacientes con COVID-19 que, durante ciertos períodos de tiempo el domingo, el 81% de los hospitales que reciben personas provenientes de llamadas al 911 se vieron obligados a desviar temporalmente a algunos pacientes de ambulancia a otro lugar, informó la Dra. Christina Ghaly, directora de servicios de salud del Condado.
Ghaly indicó que los funcionarios se están preparando por si las hospitalizaciones empeoran. Hay aproximadamente 500 nuevos ingresos diarios en los centros de salud por COVID-19 en el Condado, y ese número podría superar los 700 en una semana, indicó Ghaly.
“Necesitamos prevenir de que este volumen de casos [hospitalarios] aún no ha alcanzado un pico y seguirá creciendo”, agregó Ghaly.
Esperas de cinco horas para descargar a los pacientes de la ambulancia en los hospitales
Los Ángeles también está experimentando demoras prolongadas en la descarga de pacientes de las ambulancias a los hospitales, como Orange informó la semana pasada.
“Somos conscientes de que, en ciertos hospitales de todo el Condado, hay tiempos prolongados de descarga de pacientes en ambulancia, que a menudo superan las cuatro o cinco horas”, dijo Ghaly.
Hasta el lunes, Los Ángeles tenía un promedio de casi 10.700 nuevos casos de coronavirus por día durante la semana pasada, y 58 nuevas muertes diarias por COVID-19 —superando o cerca de superar los récords.
Ferrer dijo que esperaba que la orden de quedarse en casa estabilizara o disminuyera la cantidad de nuevos contagios alrededor de Navidad.
Que eso suceda depende de si los angelinos “realmente se están adhiriendo a esta nueva disposición de “más seguro en casa”, explicó Ferrer.
Los adultos más jóvenes son los que más propagan el virus, informó Ferrer, pero son los adultos mayores, cuando se infectan, los que mueren con mayor frecuencia.
“Y esta es una tragedia prevenible porque los más vulnerables a enfermedades graves por COVID-19 pueden ser protegidos por todos los demás”, señaló Ferrer, “cuando nos cubrimos la cara, mantenemos la distancia, nos lavamos las manos con frecuencia y evitamos mezclarnos con personas que no son parte del mismo hogar”.
Los funcionarios de salud se preocupan por el desafío a las órdenes de salud
Existe preocupación por el desafío a las disposiciones. Después de que Los Ángeles ordenó la prohibición de comer en restaurantes al aire libre, Manhattan Beach implementó un plan para permitir que los residentes siguieran usando las áreas de comedor al exterior recién construidas, como asientos públicos, donde la gente puede cenar. El funcionario de salud del Condado, Dr. Muntu Davis, ha pedido que “se abstengan de generar una aparente mejora de la suspensión temporal de las comidas al aire libre”.
“Al colocar mesas y sillas junto a los restaurantes, la ciudad está violando y frustrando el propósito de la disposición del Condado y decididamente no salvaguardando la salud pública”, escribió Davis.
La tasa de casos de coronavirus en Manhattan Beach se ha triplicado desde mediados de septiembre, puntualizó Davis.
En Ventura, el oficial de salud Levin sonó la alarma cuando las hospitalizaciones por COVID-19 rompieron récords durante 10 días consecutivos. El domingo, 181 personas infectadas con coronavirus estaban en los nosocomios del Condado, un 72% más que el pico del aumento de julio.
Hace dos fines de semana, había unos 80 jugadores de fútbol reunidos en un parque en Simi Valley; se están celebrando torneos deportivos en otros condados, y en esas situaciones, la gente no usa cubrebocas, indicó Levin. Algunos servicios de la iglesia continúan teniendo lugar en el interior, con miembros de la audiencia a veces sentados estrechamente, en violación de las reglas que requieren que los servicios de la iglesia se realicen en línea o al aire libre.
“No son solo personas mayores quienes están enfermos y moribundos”
En el centro comercial Oaks, en Thousand Oaks, hubo un informe de cientos de personas reunidas para cantar villancicos, muchos sin mascarilla, dijo Levin. Y ha oído hablar de fiestas de hasta 200 individuos y residentes que asisten a conciertos diseñados para presenciarse en vehículos, pero que salen de sus autos.
Cantar es una actividad de riesgo extremadamente alto y se ha documentado que propaga el coronavirus. Una práctica de coro dejó decenas de personas contagiadas y dos muertos en el estado de Washington.
“¿Qué hay de comprensible en esto?”, señaló Levin en una conferencia de prensa. “Ninguna de estas justificaciones es aceptable ante la pandemia. Todos debemos trabajar juntos, como si estuviéramos luchando en cualquier guerra”.
“Es incomprensible para mí. Es desconcertante. También irresponsable”, agegó Levin. “El COVID está actuando tan desenfrenado en nuestro Condado que 1 de cada 10 pruebas de coronavirus que realizamos resulta positiva.
“Es muy fácil encontrarse con alguien contagiado hoy en día y no saber que está expuesto”, manifestó. En la actualidad hay 49 brotes en centros de atención a largo plazo en Ventura.
Levin comentó que una de sus hijas trabaja en un hospital en Sacramento. “Ella me dijo: ‘Papá, miro alrededor del hospital y no son solo personas mayores quienes están enfermos y moribundos. Estos son jóvenes, como yo’. Es desgarrador. Y ella tiene razón”.
“Tuvimos que decirle a la familia que sus seres queridos no volverán a casa”
Una de las consecuencias a largo plazo que sufren algunas personas más jóvenes que están infectadas es el llamado síndrome del ‘transportista de larga distancia’, en el que los supervivientes pueden sufrir una falta de aire persistente y una “cabeza nublada”, un estado continuo de confusión y pensamiento dificultado que puede persistir durante meses, informó Levin.
“Algunas de estas personas eran corredores. No sabemos si eso será permanente o no”, expuso Levin. “Si todos trabajamos juntos, nos unimos —y quiero decir figurativamente, espiritualmente, o sea —durante solo tres o cuatro semanas, nuestras infecciones desaparecerían. Caerían en picada. Y los negocios podrían abrirse”.
El Dr. Mark Lepore, médico de la unidad de cuidados intensivos del Centro Médico del Condado de Ventura, subrayó que calcula que Ventura se vea superado en su capacidad hospitalaria, “y lo que significa una saturación es llegar al nosocomio y no tener una habitación para ingresar o un miembro del personal para cuidarlo”.
“La parte más difícil de atender a alguien con COVID-19 es que las familias no puedan ver a sus seres queridos, y es horrible observarlo”, dijo Lepore. “Es lo lento e insidioso que es el coronavirus lo que golpea el cuerpo. Tienen síntomas durante los primeros ocho días y luego simplemente no te recuperas”.
Quizá la fiebre desaparezca, pero la dificultad para respirar puede durar hasta el final. “Tuvimos que decirles a los miembros de la familia que sus seres queridos no volverán a casa y es horrible”, comentó Lepore.
Lepore instó a la gente a evitar reunirse para Navidad: “Solo diles que los verás la próxima Navidad. Esto es sumamente importante: no queremos que se enfermen y no puedan recibir atención”.
El gobernador defiende la orden de quedarse en casa
El gobernador Gavin Newsom dijo el lunes que hay algunas señales iniciales de que la nueva orden de quedarse en casa, en efecto para la mayor parte del estado durante una semana, estaba comenzando a funcionar para reducir el movimiento de californianos.
“Eso nos está ganando tiempo”, señaló Newsom.
El gobernador hizo las declaraciones el mismo día que los trabajadores de la salud en Hollywood estuvieron entre los primeros californianos en recibir la vacuna COVID-19. Aunque la noticia fue recibida con optimismo, el fármaco llega demasiado tarde para prevenir el contagio entre las personas que estuvieron expuestas al virus durante las vacaciones del Día de Acción de Gracias.
En medio de quejas sobre la carga económica de la nueva disposición en materia de seguridad y salud, Newsom y otros funcionarios la han defendido como una forma prudente de salvaguardar vidas y el patrimonio una vez que la vacuna se haya distribuido ampliamente.
“Tan pronto como esta pandemia quede atrás, este estado se recuperará más resistente, más vibrante que nunca”, sostuvo Newsom el lunes. “Entonces, lo más importante que podemos hacer, desde una perspectiva económica, es enfocarnos en la salud pública. Concéntrese en mitigar la propagación de este virus”.
Los académicos de UCLA emitieron la semana pasada un pronóstico optimista, prediciendo que la economía de Estados Unidos experimentará “un invierno COVID sombrío y una primavera de vacunas exuberante”, seguido de un crecimiento robusto durante algunos años.
Newsom y los funcionarios de salud han defendido el enfoque de California en cuanto a la pandemia como uno que ha salvado vidas. Entre los 50 estados, el Distrito de Columbia y Puerto Rico, California tiene el número 39 acumulado más alto de casos de coronavirus por cada 100.000 residentes, y el trigésimo noveno lugar en cuanto a decesos por COVID-19 por cada 100.000 habitantes.
Sean Greene y Margot Roosevelt contribuyeron a este artículo.
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