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La pesadilla no termina para madre soltera en la cuerda floja de la deportación

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El temor y la fe acompañaron a Celia Torres, madre de cuatro hijos, a una cita con inmigración el pasado martes en Santa Ana. Una parte de su mente le decía que podría ser deportada y tendría que renunciar a sus hijos ciudadanos, mientras el corazón le sugería que todo estaría bien.

El resultado fue mixto para la madre soltera de Costa Mesa, felicidad por ahora, pero aun preocupación por el futuro incierto tanto de ella como el de sus hijos.

La señora de 41 años de edad deberá regresar a escuchar su caso el próximo 31 de marzo, quien admite que la situación ha traumado a la familia entera.

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Grupo juvenil será la voz de los menores en el cuidado de crianza

Ese marte, miembros de la comunidad de todo el Condado de Orange acompañarán a Torres a la audiencia.

El caso de Torres comenzó hace 10 años cuando estaba pagando sus facturas en una compañía local de telefonía celular. Como el único proveedor de su familia, encontrar cuidado de niños era un gasto inasequible para la madre de familia, así que por unos minutos dejó a sus hijos en el auto para para pagar una factura.

Este error le marcaria la vida, esto condujo a un encuentro con las fuerzas del orden público y luego el sistema de inmigración durante la última década. La mujer fue parar a la cárcel una semana mientras se investigaba el asunto. Por otra parte, los cargos por poner en peligro a sus menores fueron desestimados.

Sin embargo, su estado de inmigración la condujo a la detención de ICE.

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La duradera batalla de Celia con estos sistemas se ha visto exacerbada por desafíos continuos que incluyen honorarios legales depredadores, propietarios codiciosos, violencia doméstica y problemas de salud reproductiva, alegan activistas a su favor. Estos procesos legales han impactado severamente la salud social, emocional y física de sus hijos, agregan.

A pesar de estos obstáculos, Torres tiene dos empleos a la vez como ama de llaves, lavaplatos y cocinera para llegar a fin de mes y mantener a su familia de cuatro.

Los defensores de Torres exigen que la Oficial de Campo de ICE, y Lory C. Torres, que tiene jurisdicción sobre la mayor parte del sur de California, ejerza discreción procesal y desestime el caso debido a las circunstancias que atraviesa la señora.

“Hay que cumplir la ley, No hay que huir, hay que darles la cara, de saber que Dios existe y nos protege no importan los muros que quieran construir entre las familias”, sostiene Torres.

Las autoridades estan investigando aún cuáles fueron los hechos que llevaron a una madre de familia a matar a su hija de 14 años y otra menor de solo cuatro meses de edad.

A pesar del futuro incierto, la señora está agradecida por este tiempo con su familia.

“Gracias a Dios me entendieron [USCIS] y aquí seguiré con mis hijos”, declara.

Algunas de las organizaciones que apoyan a la madre de familia se encuentran Resilience OC y los grupos Clero y Laicos Unidos por la Justicia Económica.

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