Los incendios destruyen ‘el país del vino’; un golpe a los latinos y la economía de California
LOS ÁNGELES — Sin distinción alguna, los incendios del norte de California están cobrando vidas, destruyendo miles de estructuras y dejando estragos en más de 50,000 acres de la región vinícola.
Se estima que Napa Valley y Sonoma, conocidos por la producción de los mejores vinos del país, podrían ser los más afectados por las ardientes llamas que arrasaron con parte de sus viñedos, bodegas y bares.
Hasta el momento, la recepción telefónica no es la más optima para sostener entrevistas, sin embargo, a través de Facebook varios empresarios ya están comunicando los resultados del desastre.
Pete Hoffmann, propietario de Aum Cellars de Napa, sostiene que su bodega sobrevivió al incendio.
“Las ovejas, los pollos, los viñedos, el hogar y la bodega están bien. Muchas casas de vecinos se quemaron hasta el suelo”, dijo el empresario.
“No hay poder y no hay manera de llegar hasta ahí, para hacer un estimado, pero estamos agradecidos y a la vez entristecidos por el nivel de destrucción alrededor de nuestra comunidad y estado”, añade Hoffmann.
A lo contrario de Aum Cellars, una de las bodegas más antiguas de Napa, White Rock Vineyards fue destruida en el incendio, reporta la familia Vandendriessche.
Asimismo, la familia Byck, dueña de Paradise Ridge Winery, en Sonoma, reporta que su propiedad fue consumida por el fuego el lunes.
En su página de Facebook, los Byck comentan: “Nuestros corazones salen a todos los que han perdido sus hogares y negocios. Somos fuertes y reconstruiremos”.
Hasta este martes, debido a la alta densidad del humo tóxico, muchos de los dueños no pueden regresar a sus propiedades para saber qué pasó con sus terrenos.
A través de un comunicado, Treasury Wine Estates, dueños del la bodega Kenwood, Chateau St. Jean, dijo en una declaración que aún “no pueden confirmar si la propiedad resultó dañada, ya que sus dueños no tienen acceso al lugar”.
Vin Roc y Michael Parmenter tuvieron que evacuar su hogar y dejar atrás su bodega en Atlas Peak, el domingo por la noche. La familia afirma “estar orando para que su propiedad se encuentre bien”.
Napa, Sonoma y otras regiones aledañas son el hogar de más de 650 bodegas de vino, según el Wine Institute.
Asimismo, en estas regiones se emplean a más de 50,000 trabajadores en diferentes sectores.
Y aunque todavía las autoridades no han arrojado una cifra oficial de pérdida en estos negocios, testigos sugieren que los daños podrían ser significativos para la industria, la cual genera más de 55,000 millones de dólares al año.
El problema no solo se limita a las propiedades quemadas, sino también el calor que puede dañar las viñas individuales y las uvas que pueden absorber el smog hasta por un largo período de tiempo, lo que afecta la calidad del sabor, dijo Alfonso Elena, propietario de José Wine Caves.
“A pesar de que nuestra bodega se encuentra en Garden Valley, unas 130 millas lejos del centro de Napa, se puede respirar el smog, no hay electricidad, no están funcionando los semáforos y el tráfico está muy lento para salir de cualquier punto”, afirma Elena.
La reconstrucción para muchos será costosa; además, los empleos de miles de personas en hoteles, bares, viñedos, restaurantes y la industria hotelera, van a quedar paralizados, sostiene el empresario.
“Gracias a Dios ni la familia ni las propiedades resultaron dañadas por aquí, pero no mucha gente ha corrido con esa suerte, en especial los que tienen viñedos en esas zonas, ya que el smog afectará mucho el sabor de las uvas que no fueron destruidas”, dice Elena.
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