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“Salvation Mountain”, cuando la fe de un hombre levanta una montaña

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“Salvation Mountain”, el cerro artificial pintado en vivos colores y lleno de símbolos y mensajes de amor a Dios que Leonard Knight levantó con sus manos en pleno desierto de California, ha revivido gracias al trabajo de cientos de voluntarios que han tomado el relevo de aquel hombre devoto y tenaz.

Con sus 50 pies de alto y 150 pies de base, “Salvation Mountain” puede parecer desde la lejanía un espejismo. De cerca, uno comprueba que es un lugar real y único.

Tras la muerte de Knight (1931-2014), la montaña coronada con una cruz y las palabras “God is Love” pintadas sobre la cima, quedó en el abandono, pero la perseverancia de cientos de voluntarios que desde hace dos años se turnan para pintarla ha hecho que hoy sea un oasis de color en medio del árido desierto del sur de California.

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“Salvation Mountain” está ubicada entre los poblados de Niland y Calipatria y es la segunda montaña que Knight levantó, pues la primera, hecha de cemento y escombros básicamente, se desmoronó de un día para otro, lo que él vio como una prueba que Dios le enviaba para medir su amor.

En el segundo intento empezó a usar el adobe, un material hecho con barro y paja que conoció por los indígenas que habitan en la zona y que usó también para hacer cuevas dentro de la montaña, que hoy pueden ser visitadas.

Fueron cerca de 30 años los que Leonard, un nativo de Vermont que sintió la llamada de Dios estando en San Diego (CA) en 1967, dedicó a la construcción de este monumento declarado Tesoro Nacional por el Congreso de Estados Unidos en el 2002.

Cerca de 150.000 personas visitan cada año la montaña, la cual se encuentra al lado de una comuna de hippies conocida como Slab City, donde se grabó la película “Into the Wild”, de Sean Penn.

Ron Malinowski, el encargado de “Salvation Mountain”, dijo a Efe que hace dos años llegó al lugar impulsado por el amor a Dios y la historia que envuelve la creación de la montaña.

“Cuando llegué estaba todo muy deteriorado, lo fuimos retocando entre personas que llegaron a ayudarnos, entre ellos niños. Todavía la gente llega con botes de pintura para seguir con la obra de Leonard”, comentó.

Mencionó que es necesario darle cerca de 10 retocadas a los diseños para que el color sea brillante, y se requieren cerca de 200 galones (757 litros) de pintura para cubrir apenas un espacio pequeño.

“Es bueno recibir a los visitantes y conservar el lugar, pero lo más importante es compartir la palabra de Dios”, señaló sonriente Ron, quien vivió un tiempo en Slab City y luego se asentó en una casa móvil cerca de “Salvation Mountain”.

Aunque nunca conoció a Knight, siente gran admiración por su obra y está enteramente comprometido a preservar su legado.

“Aquí me quedaré por siempre, llegué a este lugar por la gracia de Dios, y me doy cuenta que es un trabajo que nunca acaba, pero entre más dure, mejor”, dijo el pintor, originario de Detroit, Michigan.

Los trabajos de restauración de la montaña se iniciaron hace dos años en colaboración con la Mesa Directiva de “Salvation Mountain” conformada por la familia de Leonard.

“Pero la mesa directiva me tiene toda la confianza, porque saben que sigo los pasos de Leonard, tenemos una misma visión”, aseguró.

Recordó que a principios de los años 90 el gobierno quiso derrumbar la montaña con el argumento de que había sustancias tóxicas debido a las altas cantidades de pintura.

Pero un estudio independiente demostró que el proyecto estaba libre de contaminantes y se logró frenar su destrucción.

Ron indicó que desde hace tres meses dos voluntarios trabajan en la restauración, “pero cuando se van unos, llegan otros”, indica.

Dentro de la montaña, hay una serie de cavidades y en una se ha albergado una capilla con mensajes y objetos que dejan los visitantes.

En otro espacio, viejos troncos forman arcos por un camino surrealista poblado de color. Más adentro, hay excavaciones y sitios acordonados donde los trabajos continúan.

Por todas partes hay buzones decorados, neumáticos, armazones de autos antiguos, ventanas y autos y camiones abandonados, con corazones y decoraciones muy al estilo “Power Flower”.

Pero, sin duda, es el montículo principal el que más resalta de toda la estructura.

Bajo la frase “Dios es amor” en inglés se ve un gran corazón pintado de rojo con la leyenda, en el mismo idioma, “Jesús, soy un pecador, por favor, entra en mi cuerpo y en mi corazón”.

“Salvation Mountain sigue en pie para recordar a los miles de visitantes que la fe de un hombre no solo puede mover montañas, también las construye.

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