Cárcel y en riesgo la vida de los angelinos por disparar al aire en Año Nuevo

LOS ÁNGELES/EFE —  Las autoridades de Los Ángeles advirtieron ayer que disparar al aire como parte de la celebración del Año Nuevo es un delito grave, que además de poner en juego la vida de muchas personas, conlleva a penas de cárcel.

Los departamentos del Alguacil, de la Policía y de Bomberos de Los Ángeles anunciaron que realizarán operativos específicos para “aplicar todo el peso de la ley” a quienes hagan disparos al aire, un delito que puede ser castigado hasta con tres años de cárcel.

El comandante Robert Arcos, de la Policía de Los Ángeles, enfatizó en una rueda de prensa conjunta que las balas disparadas al aire han causado la muerte a muchas personas, al igual que heridas graves a otras.

Según datos de la Policía de Los Ángeles, las balas disparadas al aire pueden ascender hasta dos millas y regresar a la tierra con velocidades entre 300 y 700 pies por segundo, fuerza más que suficiente para perforar el cráneo de un adulto.

Los oficiales recordaron el caso de un hombre que se encontraba al frente de su casa en la Avenida Figueroa el 1 de enero de 2014, cuando fue herido en el rostro por una bala “que cayó del cielo”.

Igualmente, precisaron que si una persona muere a causa de una bala disparada al aire, el responsable del disparo será acusado de homicidio.

La noche del Año Nuevo tiene las cifras más altas de disparos al aire, según un informe de ShotSpotter, un sistema de detección acústica que, combinado con mapas computarizados, puede ubicar el sitio donde se originó un disparo sólo segundos después de ocurrido y con un margen de error de cinco pies.

De más de 16.500 incidentes registrados por el sistema en el país durante el cuarto trimestre de 2014, 3.556 (21.4 %) ocurrieron en la celebración del Año Nuevo.

Los organismos de control de la ley también pidieron desistir de jugar con réplicas de armas que son muy similares a las verdaderas, al considerarlas un riesgo para la seguridad.