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Obama firma la Student Succeeds Act, con esto se marca el final de una era

Con el trazo de una pluma, la ley No Child Left Behind, (NCLB, por sus siglas en inglés), el jueves pasado se convirtió en historia.

El presidente Obama firmó la Every Student Succeeds Act (ESSA, por sus siglas en inglés), un reemplazo bipartidista a la universalmente impopular, ley de educación de casi 15 años de edad.

En una ceremonia en la Casa Blanca, Obama estaba acompañado de legisladores, el saliente secretario de educación de los estados Unidos, Arne Duncan, su sucesor, John King y un estudiante de secundaria.

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“Este es un anticipado regalo de navidad”, dijo Obama. “Después de más de 10 años, los miembros del Congreso de ambos partidos se han unido para revisar la ley de educación nacional. Un milagro de navidad”.

La firma de la nueva ley culmina un periodo en que las escuelas se calificaron y consideraron como éxito o fracaso en base a los resultados de las pruebas estandarizadas de sus alumnos. Esto marca un reconocimiento por parte de muchos educadores, estados, investigadores y distritos que lo que sucede en una escuela es mucho más complejo de lo que jamás podría demostrarse con un sólo número.

No Child Left Behind fue firmada por el presidente George W. Bush en el 2002 con mucha pompa y promesas. La ley amplió drásticamente la huella del gobierno federal en las escuelas públicas de Estados Unidos al ordenar pruebas estandarizadas anuales en matemáticas y lectura en los grados que van desde tercero hasta octavo y una vez más en la preparatoria. NCLB estableció una meta del 100% de competencia en el 2014 y las escuelas fueron sancionadas en base a los resultados de las pruebas.

“Los objetivos de No Child Left Behind ... eran los correctos”, dijo Obama. “Pero en la práctica, a menudo se quedaba corta . ... Muchas veces forzó a las escuelas y distritos escolares a producir reformas en serie”.

La nueva ley todavía requiere exámenes estandarizados del tercero al octavo grado y en la escuela preparatoria, además de reportar los resultados de los estudiantes en esas pruebas, pero da más autoridad a los estados. En lugar de ordenar sanciones específicas, la ley dice que los estados y distritos pueden intervenir con el método de su elección en las escuelas de bajo rendimiento “basados en la evidencia”.

Los Estados deben identificar a las escuelas que necesitan ayuda adicional mediante la creación de un sistema de rendición de cuentas donde lo académico tenga mayor peso que otros factores, pero también incluir al menos un factor no académico. La ley requiere que los estados identifiquen y trabajen con los estudiantes más atrasados de al menos el 5% de sus escuelas; donde más de un tercio de los estudiantes no se gradúan de la preparatoria a tiempo; y aquellas escuelas donde grupos específicos de estudiantes regularmente muestran un desempeño inferior. La ley también requiere informes sobre la matrícula en las universidades y la expansión del preescolar de alta calidad, y solicita que los estados establezcan los estándares académicos necesarios para la universidad.

“Con este proyecto de ley, reafirmamos el ideal americano fundamental, donde todos los niños, independientemente su raza, ingreso, antecedentes o código postal en el que viven, merecen la oportunidad de hacer de su vida lo que quieran”, dijo Obama, quien agregó que la administración estaría hablando con grupos de interés para “hacer la promesa de esta ley una realidad”.

Desde la expiración de la ley NCLB en el año 2007, el Congreso trató de reescribir la ley, pero las divisiones entre demócratas y republicanos detuvieron casi todos los esfuerzos.

Obama hizo campaña por la reescritura de la No Child Left Behind, y le dio al Congreso como plazo hasta el 2011 para hacer el trabajo. Pero cuando eso no sucedió, invitó a los Estados a solicitar una exención para sacarlos de la estrecha y engorrosa ley, a cambio de aceptar reformas favorecidas por Obama como relacionar la evaluación de los maestros a los resultados de las pruebas de los estudiantes.

La mayoría de los estados recibieron exenciones, pero no California. En cambio, un grupo que incluye algunos de los distritos más grandes del estado, incluyendo Los Ángeles, aplicaron conjuntamente por una exención y la consiguieron.

La ley está recibiendo buena acogida en Los Ángeles. El superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles Ramón C. Cortines y el presidente de la Junta Steven Zimmer dieron a conocer un comunicado en conjunto mostrando su apoyo.

“Aplaudimos al presidente Obama por firmar Every Student Succeeds Act, que ofrece nuevas oportunidades para servir a las escuelas y a los estudiantes”, dijeron. “Esperamos con interés trabajar con el Departamento de Educación de California en el diseño de un nuevo sistema de rendición de cuentas que nos permita medir el progreso al ayudar a nuestros estudiantes a alcanzar sus metas”.

Eric Heins, presidente de la Asociación de Maestros de California, también favoreció el proyecto de ley. “Estamos muy contentos de presenciar y ayudar a marcar el comienzo de una nueva era de control local y la reforma a nivel federal que reconoce el potencial de todos los niños”, dijo Heins en un comunicado.

California podría adelantarse a otros estados en la implementación de ESSA, porque el estado ya está ideando un sistema escolar de medición que toma en consideración más que los resultados de las pruebas.

El superintendente estatal de Instrucción Pública, Tom Torlakson, se regocijó. “El Congreso y el presidente Obama han seguido el ejemplo de California con la eliminación de los programas financiados por categorías en favor de las donaciones globales más grandes, mejorando el control local y proporcionando mayor flexibilidad para establecer sistemas de rendición de cuentas mediante múltiples factores para evaluar el progreso en lugar de una sola calificación obtenida por una prueba”, dijo en una oración.

Pero la ley podría desviar los planes del Estado, en función de las próximas regulaciones. Mike Kirst, presidente de la Junta de Educación de California, dijo que ha estado planeando un sistema en el que los estados supervisen varios factores al mismo tiempo - incluyendo resultados de las pruebas, pero también la preparación para la universidad, aprendizaje del idioma inglés y las tasas de suspensión, entre otros -. Pero si ESSA requiere que todos estos factores se fusionen en una sola calificación, eso requeriría un cambio de rumbo importante. Kirst dijo que espera que California participe activamente en el proceso de reglamentación.

Usted puede encontrar a Joy Resmovits en Twitter @Joy_Resmovits.

Traducción: Diana Cervantes.

Si desea leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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