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Líderes religiosos latinos condenan aprobación de muerte asistida

Líderes de las iglesias protestante y católica condenaron la ley firmada por el gobernador Jerry Brown, en la que se permite a los médicos recetar dosis letales de medicamentos a personas que han sido diagnosticadas con una enfermedad terminal y que podrían morir en un lapso de seis meses.

Antes de autorizarse en California, el llamado suicidio asistido era una ley que funcionaba en estados como Oregon, Washington, Montana y Vermont.

René Molina, pastor de la iglesia evangélica Restauración, advirtió que si más estados impulsan este tipo de medidas, no es sinónimo de que se esté haciendo lo correcto.

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“Quien da la vida y la quita es Dios; lo que vemos es un alejamiento de la sociedad de los valores, todo comenzó con el concepto del aborto. Estas son decisiones que causan pesar a nivel social y religioso, porque se alejan del valor de la vida”, manifestó.

Por su parte, José Gómez, arzobispo de la Arquidiócesis de Los Ángeles, se mostró profundamente inquietado, al saber que con la ley ABX2 abre un nuevo camino en el Estado Dorado y no tiene idea de a dónde conducirá.

“Esta es una decisión equivocada para California. Qué tan incorrecta es la decisión, eso se medirá en las vidas que se perderán en los próximos años, la vida de los pobres, los ancianos, los discapacitados y los que dependen de la asistencia pública”, enfatizó.

Desde 1992, se viene debatiendo en California la legislación relacionada a poner fin a la vida de enfermos terminales. En ese año, los votantes detuvieron una medida en la que se proponía que los médicos aplicaran inyecciones letales.

Académicos y especialistas, sin embargo, tienen puntos de vista diferentes. Rolando Castillo, presidente del Consorcio de Profesionales y Médicos de Latinoamérica, considera que la nueva legislación es algo positivo.

“La ley lo que procura es atender la necesidad del paciente”, manifestó el especialista, quien por más de 12 años impartió clases en Medicina Sicosocial en la Universidad de California en Irvine.

La Ley de Opción de Fin de Vida fue impulsada por la organización Compassion & Choice. Hace un año, dieron a conocer el caso de la joven Brittany Maynard, a quien le diagnosticaron un tumor cerebral incurable.

La joven, de 29 años de edad, falleció en noviembre de 2014, luego de viajar a Oregon donde la ley permite el suicidio asistido. El esposo y la madre de Maynard fueron el rostro más visible del movimiento el los últimos nueve meses.

“Es una victoria histórica, no hubiéramos podido pasar la legislación sin el involucramiento de la familia de Brittany”, aseguró Patricia González-Portillo, vocera de Compassion & Choice.

González-Portillo, además, destaca que la ley tiene como garantía que el paciente debe estar mentalmente competente. De esta manera, ellos deciden lo que harán con su enfermedad.

“Una persona con una enfermedad terminal, con menos de seis meses de vida, tiene el deseo de vivir, pero se están muriendo. Con la ley aprobada van a poder acortar el sufrimiento”, enfatizó.

Antes de firmar la ley, el gobernador Brown dijo que analizó cuidadosamente las opiniones de los expertos, entre ellos médicos, religiosos y activistas.

“El tema importante aquí es si el estado de California debe continuar considerando como un delito que una persona quiera terminar su vida, cuando está sufriendo de un gran dolor”, indicó el gobernador al momento de autorizar la legislación.

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